¿Nuevo impuesto?

Por: Claudio Acosta  De entrada hay que decir que, en las presentes circunstancias, tenemos que estar abiertos a cualquier idea o propuesta que nos ponga en camino de solucionar la crisis de seguridad pública que padecemos, y su más inquietante expresión: la violencia desenfrenada que en los primeros días de este 2014 que apenas gatea se ha cobrado la vida de 46 personas, nueve de ellas asesinadas en las últimas 48 horas. Por eso estamos obligados a poner atención a la idea del ex procurador general de la República, Radhamés Jiménez Peña, que desde ya se puede calificar de polémica, pues plantea la creación de un nuevo impuesto destinado a financiar la seguridad, cuyos recursos serían utilizados para fortalecer la capacidad de la Policía Nacional de enfrentar la delincuencia y mantener el orden, la paz y la tranquilidad. El doctor Jiménez Peña parece estar consciente, sin embargo, de que no basta con destinar mayores recursos para tener una Policía más eficiente, que primero –dice– debe ser sometida a una reforma profunda. Donde la cosa se complica es al momento de señalar qué producto o servicio gravaría ese nuevo impuesto, y tal vez por eso el ex procurador no se atrevió a entrar en mayores detalles en ese sentido. Y es que hablar de nuevos impuestos, en estos momentos, es una auténtica malapalabra, y si no que le pregunten a los comerciantes, en pie de guerra por su oposición a la instalación de las impresoras fiscales. Sin dejar de decir, tampoco, que este país sería un remanso de paz si el dinero público que durante la última década se ha “distraído” en barrilitos, cofrecitos y nominillas, sin dejar de mencionar los recursos que la corrupción ha desviado hacia los bolsillos de nuestra rapaz clase política y sus socios, se hubiera invertido en formar la Policía a la que aspira el ex funcionario y que estamos necesitando con extrema urgencia