Nación y raza: Eterno enigma de República Dominicana
Este
conflicto nació con la República, cuando Juan
Pablo Duarte se rebeló contra el dominio haitiano en 1844. La
polémica por la decisión del Tribunal
Constitucional dominicano de despojar de la ciudadanía a aquellos
nacidos en su territorio de ascendencia haitiana es sólo el más reciente
capítulo de esta historia.
Américo Lugo, uno
de los estandartes del pensamiento nacionalista dominicano, dijo en 1916 que el
país no progresaba debido "a la excesiva mezcla de sangre africana, al
individualismo anárquico y a la falta de cultura" de la población.
Este
pensamiento nacionalista es el germen de que la gran mayoría de dominicanos obvien
o rechacen su herencia sanguínea africana, a pesar de que es común al 90% de
ellos.
Cabe
recordar que la República Dominicana es el único país de toda Latinoamérica que no se
independizó de España, sino
que lo hizo de la propia Haití,
la primera colonia negra independiente del mundo.
Para
intentar mitigar la influencia de esa sangre africana que consideraban
perniciosa, los políticos dominicanos comenzaron a fomentar la inmigración de
europeos blancos. El objetivo, como dijo la escritora Teresita Martínez-Vergne era "aclarar y mejorar la
raza".
Otras
expresiones coloquiales dominicanas tales como "pelo bueno, pelo
malo" o "no somos prietos, sino indios", expresan esta misma
idea de rechazo a lo africano.
"Yo
tuve que salir de la República Dominicana para aprender a ser negro",
reconoció el antropólogo Juan Rodríguez,
director de diversidad cultural del Ministerio de Cultura de la República Dominicana, en un reciente
documental de la cadena PBS. "Aquí siempre he sido un indio".
El término
"indio" es precisamente el utilizado con mayor frecuencia entre
dominicanos y tiene una connotación de mulato, como explican los expertos.
Al llegar a
los Estados Unidos, esta categoría entra en conflicto con la tradicional
concepción birracial de Estados Unidos. En el censo de 2000, sólo el 8% de los
inmigrantes del país caribeño se identificaron como negros, frente al 20% que
lo hicieron como blancos. El 58% consideró que ninguna de las categorías
raciales a elegir les definía.
Quisimos
conocer la opinión de algún experto del Instituto de Estudios Dominicanos de la Universidad de CUNY,
principal centro de estudios de la diáspora dominicana en Estados Unidos, pero
un vocero nos respondió que este es un tema demasiado "volátil" y que
habían consensuado entre todos los miembros del centro no hablar de esto con la
prensa.
Aunque el Gobierno intente quitar la connotación racial a
la decisión del Constitucional —como se evidenció en la entrevista que EDLP publicó ayer con el Ministro de Turismo, Francisco Javier García los
organismos internacionales, como ACNUR y
la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, siempre la han citado en sus conclusiones sobre el
caso: la medida para quitar la ciudadanía a los dominicanos de ascendencia
haitiana, además de un elemento antijurídico por su
irretroactividad, discrimina basada fundamentalmente en el color de la piel.
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