A Pleno Sol: "El Patriotismo"
Por: Manuel Hernández Villeta - Ser patriota parece que es un oficio fuera de época, o manejado para obtener beneficios in-situ. El patriotismo hecho a la carrera es como si se tratara de un traje hecho a la medida, que se pone en buenas ocasiones, o cuando se espera obtener ventajas personales.
En los últimos 55 años de vida pública nacional han muerto muchos patriotas, pero también falsos defensores revolucionarios se han puesto el ropaje del oportunismo y para vivir bien.
Tener una posición radical en el caso haitiano no es ser patriota. Puede ser lo que usted quiera, pero ahora mismo no es ser patriota salir a defender lo que estiman los representantes de la mal llamada sociedad civil, como soberanía mancillada. No hay soberanía mancillada, si problemas de migración que deben ser solucionados.
Llama la atenciòn de que muchos de esos que se ponen la camisa de patriotas, nunca han defendido la soberanía nacional, y mucho menos han buscando reivindicaciones sociales para los dominicanos.
Los únicos que han pisoteado en poco más de cien años la soberanía nacional han sido las tropas norteamericanas. Los patrioteros de polvo talco nunca han fijado posición cuando esa soldadesca ha puesto sus botas en tierra nacional.
Para defender la soberanía hay que tener bien claro quiénes son los grupos y sectores que someten a explotación económica y social al país, y quienes son los responsables de su saqueo en los recursos naturales.
No son los haitianos. Si de algo son culpables los haitianos, es de creer que no hay frontera, y que cuando buscan trabajo, deben pasar cómo, cuándo y por dónde les venga en gana.
Somos los dominicanos los culpables de que no haya leyes migratorias. No hemos tratado de imponerlas, ni de tener un juego claro en lo que se refiere al problema de migración.
Muchos de los patriotas de hojelata se benefician de la mano de obra haitiana que llega al país en condiciones casi de esclavos, sin salarios garantizados, sin seguro médico, y sin hogares decentes en que vivir.
Totalmente de acuerdo en que el país tiene que definir una política migratoria. En la búsqueda de ese control no debe transigir con nadie. Pero tengamos en cuenta que Haití es una nación inexistente, sin instituciones, sin orden, sin respeto al derecho internacional, es una nación neo-nata.
La solución al problema fronterizo con Haití dependerá de la fortaleza de las instituciones dominicanas, y no de las ambiciones personales de los patrioteros de buchipluma.
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