El Ministro de Educación de RD, dicta una magnifica conferencia en Miami
Anibita José/El Dominicano en USA
El Ministro
de Educación de la República Dominicana, admitió durante su
intervención en una conferencia en Miami, que el bienestar económico de su país
depende del aporte que reciben de las remesas de los familiares exiliados en
distintas partes del mundo.
Reconoció que si los más de tres mil millones de dólares
que reciben los dominicanos y no el gobierno, se suspenden, por solo unos
instantes, el país colapsaría en una crisis incurable y en la más grave de las
hambrunas de la historia.
Lo que ellos no saben que la diáspora sabe, es que el
dinerito que reciben nuestros paisanos en la isla, solo sirve para pagar los sueldos
de los asquerosos funcionarios corruptos y los destartalados servicios
públicos.
En un país sin energía eléctrica adaptada a la
capacidad económica de los más de ocho millones de pobres, sin absolutamente
nada de agua potable, con la seguridad más pobre del mundo, con un nivel de
mortalidad infantil insuperable y escondido, con un deteriorado sistema de
salud pública, con una deuda externa que supera diez mil millones de veces el
valor de la isla, con una constitución de leyes controversiales que favorecen
solo a unos cuantos, con un sistema agrario que data de la época de los cavernícolas,
con un programa de viviendas inoperante para el pobre, con el sistema
educacional mas pobre, con una cultura arrastrándose por el piso, con valores
morales reprimidos y con el más deprimente arrabalísmo de las pertenencias, obras
y sociedad dominicanas, en un país donde la corrupción ha penetrado en todos
los sectores de la cotidianidad, usted no me puede venir a enseñarme la “tacita
de plata” que usted usa en su casa, si lo único que tiene es un “jarro picháo y
mojoso”, en el que dan de beber la contaminación, a los pobres esclavos de sus
mentiras.
En esta conferencia solo se demostró el poder de
convocatoria del Cónsul Amaurys Rios y la falta de cuidado que expone usted
cuando explica el valor moral que tienen las obras realizadas, según usted, por
el gobierno de Medina.
Su alocución no convencerá el descontendo de los que
en realidad envían las remesas que usted aprecia tanto, esos, no estaban
presentes, esos están preparando un movimiento para salvar sus inversiones
familiares, las que se pierden y no obtienen beneficios, ni los de aquí ni los
de allá.
Ojalá el presidente Medina le ponga un paro al insulto
que hace este señor a los inversionistas mayoritarios de la Nación Dominicana.
Vaya a resolver la ridícula y mencionada construcción de
butacas y letrinas para la educación, en vez de andar predicando sandeces,
traspasando fronteras sin derecho jurídico.
Otra vez le repito: No insulte la inteligencia de la diáspora
y su prensa.
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