Desde mi esquina: ¿Con qué mérito y por qué Allapattah?
Rafael Calderón/Diáspora/Dominicanos
Hoy
Varias
personas han manifestado su apoyo al proyecto que pretende crear El Pequeño
Santo Domingo, en la zona de Allapattah, Miami, y no nos oponemos que se haga;
pero, que se busque otra zona para honrar mi país, además me quejo de quienes
quieren ahora, sin ningún mérito, buscar protagonismo.
¿Por
qué no el área de Allapattah?, muy fácil: los dominicanos allí ya son mínimos,
es una zona de muchos delincuentes, la suciedad lo cubre todo y las drogas
campean por sus fueros. Esto indica que en vez de hacernos un bien, nos harían
un mal.
Pero,
además, hay gente sin mérito alguno que está buscando protagonismo ahora, luego
que muchos comunitarios dominicanos, han hecho todos los esfuerzos para que
nuestro Santo Domingo plasme su nombre al menos en un barrio de Miami.
Sí, me
refiero directamente al comisionado Willy Gort, del Distrito 1, del Condado de
Miami Dade, y a dos diputadas: Altagracia González, de la provincia Santiago de
los Caballeros, y Bárbara Ybelice Abréu, de la Vega.
Estas
representantes de nuestro Congreso Nacional parecen que no saben que ya
nosotros tenemos quienes hablen por los dominicanos en el exterior, nuestros
propios diputados que sí saben lo que hacen.
Los
diputados Adelys Olivares y Levy Suriel son quienes tienen la potestad para
firmar cualquier acuerdo con autoridades estadounidenses a nombre de la
diáspora dominicana, no estas dos carajas a la vela, que no saben nada de lo
que sucede aquí. He dicho…
Pensamiento:
“Estar en paz con Dios y con todos, es estar tranquilo
consigo mismo”
Comentarios
Acertadísimo, la República Dominicana tiene mas cultura que merito en esta disposición tomada por la ciudad de Miami y apoyada por legisladores dominicanos.
Vamos a sincerar un poco; la ciudad capital Dominicana, Santo Domingo, es más, muchísimo más peligrosa que Allapatah.
La similitud entre estas dos ciudades, parece ser lo que motivó a los ediles a tomar la decisión de condenar a un país que ya está luchando contra la campaña de descrédito que el mundo ha interpuesto, ante todos los organismos de seguridad.
Por orgullo a la moralidad, debemos rechazar esta ordenanza.