Complicidad en el Combate al Narcotráfico Suprime Instituciones Trabajan para Ayudar Consumidores de Drogas
Complicidad en
el Combate al Narcotráfico Suprime Instituciones Trabajan para Ayudar
Consumidores de Drogas
Por: José Manuel Sánchez
Mercedes/Destelao.com
Noviembre es
el mes en que el estado dominicano nos tiene acostumbrados para consignar las
partidas del presupuesto nacional a través del congreso y en atribuciones de la
ley de gastos públicos, mediante la cual somete y aprueba incrementos
porcentuales dependiendo de la cartera ministerial y de su importancia.
Apenas
comenzó el mes de octubre se ha ejercido una especie de lobbismo a nivel
nacional en donde cada quien exige cumplimiento de la ley tales son los casos
de Instituciones como hogares Crea Dominicano, inc., Fundación Fénix, Hogares
Crea Internacional, Casa Abierta, entre otras instituciones afirman trabajan
con más de 40,463 personas registradas bajo los programas que manejan, las
cuales posiblemente no podrán ser atendidas por escasez de recursos para
manejar la situación económica que deben afrontar cada día; esto es sin ampliar
detalles sobre los reclamos de alcaldías y distritos municipales reclaman el
cumplimiento del 10% que por ley corresponde y dejando de lado la aplicación
del 4% otorgado a la cartera de educación.
En el caso
de las entidades trabajan la salud y el comportamiento de personas consumidoras
de drogas y sustancias narcóticas controladas, las que trabajan la prevención
del consumo narcótico, se han quejado de que el gobierno no ha incluido
aumentos en el presupuesto para el ano 2014, lo que entendemos una falta de
visión y de responsabilidad por parte del Estado Dominicano, cuya misión es
atender los reclamos de la sociedad.
En ese
sentido independientemente del presupuesto existe la ley 50-88 sobre Drogas,
que refiere de manera expresa en el Art. 76.- Las sumas provenientes de las
multas impuestas por las violaciones a la presente Ley, los derechos de los
Certificados de Inscripción pagados, así como el producto de las ventas de los
bienes incautados, serán destinadas para financiar las actividades de las
instituciones públicas y privadas legalmente establecidas para desarrollar e
implementar programas de prevención, rehabilitación y educación, contra el uso,
abuso, consumo, distribución y tráfico ilícito de drogas y sustancias
controladas en la República Dominicana, así como de cualquier otra institución
pública o privada legalmente establecida para la implementación de programas de
salud.
PÁRRAFO:
(Modificado por la Ley No 17-95 del 17 de diciembre de 1995).- El Consejo
Nacional de Drogas administrará y distribuirá los fondos de la siguiente
manera: a) 15% para las instituciones dedicadas a la regeneración de los
adictos a drogas. b) 15% para la Secretaría de Estado de Deportes, Educación
Física y Recreación, para la práctica de los deportes. c) 40% para la Dirección
Nacional de Control de Drogas, para ser utilizados conforme sus necesidades. d)
20% para el Consejo Nacional de Drogas, para prevenir y educar contra el uso de
las drogas.
e) El 10%
para el Patronato Nacional de Ayuda a los Cuerpos de Bomberos Civiles, para ser
distribuidos entre los mismos equitativamente.
Sin
menospreciar los alcances de los artículos 33, 34 y 35 de la misma ley 50-88
que versan sobre decomisos e incautaciones de bienes inmuebles y
muebles, tangibles e intangibles que formen parte de las propiedades en manos
de los narcotraficantes originadas por la venta de drogas o utilizadas para procesamiento
en sus operaciones, incluido también el dinero decomisado empleado u obtenido
en la comisión del delito de tráfico, puestos a la venta por el Estado
Dominicano en los casos que aplican forma parte de los ingresos y valores
habría que dividir como dice la ley, pero que no son distribuidos ni por asomo
incumpliendo la ley, perjudicando a todas las organizaciones que expresamente
enumera la ley 50-88.
Por tanto
los bienes decomisados e incautados, descritos en los Artículos 33, 34 y 35,
sobre los que pese sentencia irrevocable de incautación a nombre del Estado
Dominicano, serán administrados y cuando se considere necesario, distribuidos o
subastados por la Comisión Nacional de Drogas, salvo cualquier otra disposición
del Poder Ejecutivo, no son distribuidos en la proporción supra indicada,
violentando el mandato de la misma ley de drogas dominicana.
Peor aún
desde hace muchos años vemos como se enriquecen simple agentes que trabajan al
servicio de la dirección nacional de control de drogas, quienes vivían en
chozas y de buenas a primeras en casas confortables en los mejores
residenciales del país , quienes usan vehículos de lujo, exhiben riquezas
inmobiliarias jamás podrían justificar ante la sociedad y que decir de los
funcionarios públicos del Estado Dominicano, en el caso de los fiscales en
materia de drogas, entraron sin un peso en los bolsillos hoy son dueños de
negocios exitosos y rentables, ni hablar de policías investigadores quienes en
complicidad con el ministerio público, luego de unas supuestas investigaciones
respecto de x persona, preparan requerimientos para obtener autos que un juez
otorga para posteriores allanamientos e incautaciones y así actuar en nombre de
la ley, usando el poder de los jueces, quienes muchas veces también han entrado
en complicidad esperando recibir su cuota de participación económica.
En este
trayecto queda mucho dinero sin entrar a la cuenta del estado, pues son tomados
y usados deliberadamente por los que están llamados a resguardar los bienes del
país usándolos en su provecho personal sin rendiciones de cuentas, quienes
aspiran más a negociar con los delincuentes que a resolver un caso de interés
nacional, y esto queda claro cuando la mayoría de los narcotraficantes
establecen que agentes antidroga, algunos fiscales y algunos jueces cogen sus
cuartos y que no caen presos por ejercer negocio ilícito.
Con esas
acciones los agentes y demás componentes de seguridad estatal, limitan el
accionar de instituciones serias que trabajan la prevención y la conducta de
quienes ya han caído en las garras de la adicción, otras naciones como es el
caso de Norteamérica y Europa invierten cuantiosas sumas de dinero para ayudar
a la población vulnerable en la obligación de rescatarlos del consumo y de
reincorporarlos a la sociedad, en república dominicana aún existen ciertos
niveles de reglas, pero no son cumplidas por los altos niveles de complicidad
más allá de los manejadores llamados a combatir el tráfico y consumo.
Si el estado
diera seguimiento con seriedad a quienes están obligados a perseguir el crimen
de narcotráfico hubiera dinero más que suficiente para pagar la deuda externa,
por algo a la república dominicana se le ha llamado con razón o sin ella
Narco-Estado.
Hagamos lo
que nunca se ha hecho señor presidente, Manos a la Obra.
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