Amado Boudou, un sospechoso de corrupción será el sustituto de Cristina
Amado
Boudou, un sospechoso de corrupción será el sustituto de Cristina
El
vicepresidente, inmerso en un proceso judicial por enriquecimiento ilícito y
tráfico de influencias, asumirá la Jefatura del Estado durante la baja médica
de la presidenta argentina
Cristina Fernández y
Boudou en la apertura de las sesiones del Congreso argentino en marzo de 2012
Buenos
Aires, Argentina.- Amado Boudou, economista de 50 años e investigado por corrupción por la
Justicia, se convertirá en las próximas horas en presidente interino de
Argentina. Para ello ha regresado apresuradamente de su viaje oficial por
tierras brasileñas.
La titular
del cargo, Cristina Fernández de
Kirchner, estará de baja durante un mes por un coágulo cerebral y el
vicepresidente Boudou es, según la Constitución,
el encargado de sustituirla en la Jefatura del Estado. No es la primera vez que
esto sucede. Ya en enero de 2012, los problemas de tiroides de Fernández
obligaron a adoptar esta medida de urgencia, que ahora llega en un momento
todavía más inoportuno para el oficialismo, con las elecciones legislativas del
27 de octubre a la vuelta de la esquina, una cita para la que las encuestas le
presagian unos resultados negativos.
Boudou es
retratado por los medios argentinos como un tipo oscuro, un dirigente que no
destaca por su carisma, pero que se ganó la confianza de la presidenta hasta el
punto de que su nombre llegó a sonar como su posible sucesor. Ella ha destacado
en alguna ocasión su lealtad y que «no le teme a las corporaciones».
Cambio de
juez
Ambos
formaron la dupla con la que Fernández logró la reelección en las
Presidenciales de octubre de 2011. Su relación política parece sólida, ya que
Boudou, militante de asociaciones liberales en su época universitaria, es una
excepción ideológica en un gabinete virado totalmente hacia la izquierda. Una
denuncia por enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias en la operación
de compra de la única imprenta habilitada para la impresión de papel moneda en
el país, nacionalizada en agosto de 2012, y la consecuente investigación judicial
lastraron su carrera y su ascenso perdió fuelle.
Sin embargo,
Boudou salió con vida. Fue absuelto en otro proceso en el que se le juzgaba por
malversar fondos públicos en la reforma de su despacho oficial y el juez que
investigaba el caso de la imprenta fue apartado en una medida que todos los
observadores interpretaron como favorable a la situación procesal del
vicepresidente.
Comentarios