El Escribano de las redes sociales y el periodista vice-cónsul
Durante siglos, las religiones han usado la palabra “odio” como una calificación diabólica a cualquier individuo que no comparta sus creencias. Con estas simples cuatro letras, me describió un simple vice-cónsul Dominicano de la ciudad de Miami. Todo sucedió a raíz de mis denuncias de corrupción en contra de los gobiernos del PLD (partido al cual pertenece) el inmueble, el quisio, el bicuí consular. Asaltó mi página en facebook, acusándome de odiar, ¿y es que no es odio el cobrar 4,700 dólares al mes sin hacer nada? Cuando digo algo, lo hago con responsabilidad, sin involucrar terceros, sin ofender a mis vecinos, pero ya que establecimos el terreno de batalla, les voy a contar con algunos excesos, la nómina salarial del Consulado Dominicano en la ciudad donde vivo, Miami: La administración pasada dejó 32 vice cónsules y 31 empleados de otras menores categorías. Hoy día, acrecentaron diez vices y 12 empleaduchos, para sumar un presupuesto lujoso en estas oficinitas que no ti