A mi Presidente con cariño


El fenómeno sobrenatural del cambio en la República Dominicana está logrando sus objetivos.
Acaparar la atención de las redes sociales y de todos los medios de comunicación (plan original 2010 de Luis Abinader) aliado número uno y cómplice para la relección en el 2024.
El presidente esta asegurado, a quien ponemos en dudas es al PRM.
A pesar de la popularidad (no hablamos de aceptación) porque eso es mentira. Decir la verdad, cuesta, mantener la transparencia rodeado de un grupo de oportunistas y caza fortunas, es imposible.
La precipitación de Luis al tratar el tema de la delincuencia deja entrever la debilidad e incapacidad del gobierno para enfrentar este problema. No debió salir a expresar públicamente su rabia y frustración, primero con el tema haitiano y luego con la delincuencia.
Luchar contra este mal es algo muy confuso por la complicidad de artistas urbanos y otras figuras publicas, intocables para la justicia independiente.
Claro, el impacto de esta bravuconada del presidente, podría desatar un incremento del abuso policial y el aceleramiento desesperado de los delincuentes. No se puede poner sobre aviso al enemigo. Es como si estuviera pidiendo permiso para entrar a los barrios a conversar sobre la limitación territorial por la que la policía corrupta cobra muy caro a los puntos de drogas. 
El cambio total a la Policía Nacional nisiquiera ha asomado en las puertas de esa institución. No se trata de preparación, es el cambio de todo el personal policial de la nación y solo así, podríamos hablar de una renovada y profesional policía, mientras tanto, la parte del pueblo que podría ayudar en este caso, es la misma que ha sido marginada y humillada por la política de (gobierno rico, país sin corrupción).
En algunos sectores empresariales, el cambio ha llegado a salvar a los estrangulados por anteriores gobiernos, pero una gran parte están equivocadamente juzgados.
Han sentenciado a cadena perpetua a las bases del PRM y han sepultado la participación de la pobreza en el gobierno de Luis Abinader y el PRM . 
Los pobres somos los ladrones, los asesinos y los corruptos del país. 
Hay muchas bocas calladas, selladas por una tarjetica de migajas y un seguro de salud que solo funciona acompañado de enllavaduras, conexiones y dinero. 
Comparar a Luis con Bukele es otra gran mentira. 
El Salvador vió el final del control de las pandillas en el primer año de gobierno de Bukele.
Popularidad y aceptación no significan lo mismo. El populismo es la capacidad publicitaria y aceptar es conformarse con lo planteado. Ninguna de las dos opciones son buenas para ningún candidato o presidente.
No hay dudas de que se están construyendo infraestructuras y que se han dado picazos por doquiera, que tienen proyectos colosales y que sueñan con que (cuando no se roba, los cuaitos alcanzan).
Han habido escándalos en Aduanas, en Educación y otras tantas instituciones, pero todas se quedaron en aposentos, han sido sepultadas por la prensa vendida y olvidadas por el pueblo dominicano.
El cambio no es como lo pintan, Luis está secuestrado por la elite que lo rodea, la misma que lo va a reelegir para continuar su lucha implacable contra los pobres y no contra la pobreza.
Pero a pesar de todo, estamos conformes porque los medios apoyan al presidente y justifican su impecable labor. Aunque en vez de combatir la pobreza, combatimos a los pobres y los hacemos mas miserables.
No todo lo que brilla es oro.
El cambio de gabinete es necesario para que el presidente pueda salir de este secuestro voluntario y lograr que su objetividad fluya por el sendero de la verdad y la transparencia. Debe dar mas oportunidad a la clase olvidada.
Espero no le den una sorpresa en el 24, Señor Presidente...!!!


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