LEONEL FERNÁNDEZ: UN CUARTO PERÍODO PARA UN CUARTO BATE

Del Presente al Futuro/Por José Núñez
José NúñezSu inicio de manera oficial en el terreno político en busca de ganar una candidatura se da en el año 1994, al lado del Profesor Juan Bosch, el maestro y mentor por excelencia de la política dominicana y un referente de vida para la presente y futuras generaciones. Es quien lo lleva de las manos al escenario político, refrendado casi a unanimidad por las bases de su partido, daba a entender el rol que le tocaría jugar a ese joven en el futuro de la política Nacional y regional. El Profesor Juan Bosch sabía muy bien que estaba en el ocaso de su carrera política y de la vida, por tanto, es lógico pensar que no fue una decisión fortuita.
El triunfo de su primer mandato quedó blindado en un acontecimiento que al pasar de los años la historia dominicana tendrá que dedicarle varias páginas, por dos elementos trascendentales, el primero, por quienes se juntaron parar apoyarlo (Juan Bosch y Joaquín Balaguer), hecho que se consumó un 2 de junio del año 1996, en el Palacio de los Deportes del Centro Olímpico.
Y segundo, porque su histórico triunfo, el primero del otro partido que forma el Profesor Juan Bosch, el PLD, fue contra el más carismático líder de las masas populares que ha conocido la política dominicana,  el doctor José Francisco Peña Gómez, que a la sazón del tema, estaba en sus mejores momentos de popularidad.
Los logros de la primera experiencia del doctor Fernández, al frente de la cosa pública, se evidenciaron en la mejoría y eficiencia de los servicios, fundamentalmente en los cobros de los impuestos, tanto en el comercio como en las tasas impositivas personales, en la emisión de las licencias de vehículos y en las placas de éstos.
La primera gestión de gobierno de Leonel Fernández, en el período 1996-2000, quedó certificada como buena, lo cual se evidenció por cómo fue esperado y apoyado, con un 57.63%, para su segundo mandato, apalancado este respaldo popular por la mala administración gubernamental de Hipólito Mejía.
Además, se mejoraron los sueldos a los profesores, a los empleados públicos, en el transporte de pasajeros la OMSA fue un éxito, la AMET en sus inicios se ganó el respeto y la admiración de la población, el crecimiento de la economía en el período 1996-2000, alcanzó un promedio de 7.7%, conjuntamente con una excelente estabilidad en los precios, elementos que se convirtieron en factores distintivos.
En el período 2004-2008, ya el hombre que el doctor Joaquín Balaguer prefirió apoyar, al que el doctor José Francisco Peña Gómez, llamó pollito, calificativo que en términos populares se le dice a los novatos talentosos, o, al que iniciándose en una actividad impresiona a los demás. Y el que lo conocía más que los dos anteriores, el Profesor Juan Bosch, le dijo: «mina de oro», era un hombre de experiencia.
Ahora, en su segundo mandato, ya era todo un estadista y con la edad ideal de un mandatario, entraba en la juventud de la vejez, las cinco décadas de haber nacido.
La preferencia (Del Dr. Balaguer), los piropos (Del Dr. Peña Gómez) y el calificativo (Del Prof. Juan Bosch), todos fueron clarividentes y los resultados están ahí, por lo menos para los que analizan la política objetivamente, no a los que lo hacen con celos y empañados con signos de prejuicios.
En este segundo período del 2004-20008, a pesar de la recesión económica con inflación, es decir, estanflación, del 2000-2004, la economía retoma el crecimiento del período 1996-2000, que fue su primer gobierno.
La estabilidad en la tasa de cambio y consecuentemente el índice de precios al consumidor en los años del 2004 al 2008, vuelven a los niveles ideales, y a pesar de las críticas y rabiascas de los partidos opositores, el pueblo le da el apoyo mayoritario para un tercer período.
En su tercer mandato y con la desaparición física del Profesor Juan Bosch y los doctores José Francisco Peña Gómez y Joaquín Balaguer, además de la muerte de Jacobo Majluta, pero especialmente por la muerte de los tres primeros, consecuentemente todo el país vuelca su mirada sobre Leonel Fernández.

En este contexto, Leonel Fernández se consagra como el político más veterano, compacto, de formación intelectual por encima de sus iguales, además con una experiencia estatal vasta.
Lo planteado en los párrafos precedentes, quedó tan evidenciado que, al el PLD volver a derrotar al PRD, su   candidato presidencial, el ingeniero Hipólito Mejía, ha manifestado en varias ocasiones que a él lo derrotó Leonel Fernández; eso lo dice quien más debe conocer las causas de su derrota ¿Y entonces?
Todo queda delatado cuando para las elecciones del año 2012, su salida al escenario en la parte final, se considera que fue la diferencia de la victoria electoral para el PLD y el licenciado Danilo Medina. El evidente liderazgo del doctor Fernández quedó soportado por una política social exitosa, un PIB en expansión, los niveles inflacionarios por debajo de dos dígitos y con el rostro de la infraestructura física del país con innegables signos de desarrollo.
El fortalecimiento del Estado fue excepcional, ya que el presupuesto pasó de RD$24, 414, 109,480.00, en el año 1996, a RD$351, 738, 868,215.00 para el 2012, es decir, se multiplicó más de 14 veces.
Lo dicho anteriormente es tan cierto, que al salir de su tercer mandato constitucional, la valoración de su gestión y la de su persona eran muy buenas, de más o menos 70%, aunque de manera inaudita y desde las entrañas de su propio partido y de su gente, se articulan muchas cosas en su contra. La realidad se impuso, el devenir histórico no da tregua, quien siembra bases y poder político le corresponde dirigir y administrar el poder del Estado.
Por lo tanto, son un imperativo las siguientes preguntas: Quién, cuál será su adversario interno, la respuesta es simple, el que quiera minimizarse políticamente, esa será su medalla, y en lo externo; el reconocimiento o el merito tendrá que ser como el que fue noqueado, para dar paso al cuarto mandato presidencial del hombre políticamente más influyente de los últimos 18 años de la política dominicana.
Señores, el doctor Leonel Fernández Reyna, se certifica como un cuarto bate de la política nacional e internacional, cuando tiene el honor de ponerle la banda presidencial a uno de los suyos. Sí, siendo el presidente saliente de tres períodos y los dos últimos consecutivos, además, es el presidente del PLD, y al que deja en el poder, es a uno de su propio Partido.
Y como si todo esto fuera poco, también les deja un Congreso con absoluto dominio, conjuntamente con los síndicos y otros poderes por si fuera necesario, pero que no son objeto de este análisis.
En una de las obras del doctor Joaquín Balaguer, éste escribió: «Lástima que el hombre no tenga una segunda vida, pero con la experiencia de la primera». Eso tendrá el privilegio de vivirlo Leonel Fernández, no ya con una segunda vida, sino con tres experiencias a cuesta, y que bueno que será en beneficio de la patria del Patricio Juan Pablo Duarte y del Profesor Juan Bosch.

Como cosas divinas o designios del más allá, tiene un cerrador, que con su gestión de gobierno, por si acaso, cuando entre al ruedo electoral en la parte final de las próximas elecciones, como debe ser, el licenciado Danilo Medina, le pondrá la tapa al pomo, y el doctor Leonel Fernández, nueva vez, irá a ejercer el poder por cuarta ocasión, en el terreno donde ya es un lince.

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