Los deportados mueren de un cáncer que nunca les había sido diagnosticado
Los deportados mueren de un cáncer que nunca les había sido
diagnosticado
Durante mi estadía en los Estados Unidos de Norte América, he experimentado luchas internas entre mi cuerpo y mi mente.
De estas experiencias, hemos aprendido bastante y gracias a Dios, ningunas han sido tan especiales, como para llegar a formar parte del tema que hoy les voy a hablar:
Dentro del circulo que, literalmente, estuvimos frecuentando en los años ochentas, por allá en Corona, Queens, New York, hubo toda clase de amigos, relacionados y allegados, de los cuales, unos cuantos llaman la atención de mi emergencia y ponen este tema como una urgencia médica para los Dominicanos y otras razas que califican para la deportación (repatriación).
Todo comenzó con un diagnostico en una cárcel Federal de Inmigración, en donde se dijo que mi entrañable amigo (Hugo), fue diagnosticado con cáncer en el estomago y esófago, otorgándole por esto, la deportación voluntaria para que descansara sus últimos días junto a su familia, en su país, en donde falleció poco tiempo después.
La verdadera preocupación empezó cuando a otro amigo deportado, (Luisito), le diagnosticaron la misma enfermedad después de haber estado confinado en la misma prisión Federal de Inmigración y haber sido deportado.
Luego, nuestro hermano del alma, (Tito), también deportado y quien sirvió su tiempo en otra cárcel de inmigración, fue diagnosticado con la misma forma de cáncer, y corto tiempo después, murió.
Todo esto no tendría sentido, si no mencionáramos que las victimas siempre estuvieron bajo supervisión médica durante toda su vida y que ni un dia antes de ir a parar a las cárceles, habían hallado en sus cuerpos ningunas señales de ningún cáncer u otra enfermedad terminal, fueron fuertes y sanos jóvenes hasta la fecha en que cayeron en manos de las cárceles de inmigración.
Lo que más me llama la atención es el hecho, de que, como estos amigos, hermanos, existen otros miles de casos, los que hasta ahora no se han analizado, y que siguen en la oscuridad.
Rogamos a cualquier persona que haya tenido un caso parecido a este, a ponerse en contacto con este blog, para juntos tratar de investigar y así acabar con la sozobra de no saber si existe algo en contra de los inmigrantes.
Durante mi estadía en los Estados Unidos de Norte América, he experimentado luchas internas entre mi cuerpo y mi mente.
De estas experiencias, hemos aprendido bastante y gracias a Dios, ningunas han sido tan especiales, como para llegar a formar parte del tema que hoy les voy a hablar:
Dentro del circulo que, literalmente, estuvimos frecuentando en los años ochentas, por allá en Corona, Queens, New York, hubo toda clase de amigos, relacionados y allegados, de los cuales, unos cuantos llaman la atención de mi emergencia y ponen este tema como una urgencia médica para los Dominicanos y otras razas que califican para la deportación (repatriación).
Todo comenzó con un diagnostico en una cárcel Federal de Inmigración, en donde se dijo que mi entrañable amigo (Hugo), fue diagnosticado con cáncer en el estomago y esófago, otorgándole por esto, la deportación voluntaria para que descansara sus últimos días junto a su familia, en su país, en donde falleció poco tiempo después.
La verdadera preocupación empezó cuando a otro amigo deportado, (Luisito), le diagnosticaron la misma enfermedad después de haber estado confinado en la misma prisión Federal de Inmigración y haber sido deportado.
Luego, nuestro hermano del alma, (Tito), también deportado y quien sirvió su tiempo en otra cárcel de inmigración, fue diagnosticado con la misma forma de cáncer, y corto tiempo después, murió.
Todo esto no tendría sentido, si no mencionáramos que las victimas siempre estuvieron bajo supervisión médica durante toda su vida y que ni un dia antes de ir a parar a las cárceles, habían hallado en sus cuerpos ningunas señales de ningún cáncer u otra enfermedad terminal, fueron fuertes y sanos jóvenes hasta la fecha en que cayeron en manos de las cárceles de inmigración.
Lo que más me llama la atención es el hecho, de que, como estos amigos, hermanos, existen otros miles de casos, los que hasta ahora no se han analizado, y que siguen en la oscuridad.
Rogamos a cualquier persona que haya tenido un caso parecido a este, a ponerse en contacto con este blog, para juntos tratar de investigar y así acabar con la sozobra de no saber si existe algo en contra de los inmigrantes.
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