LA PATANA DE HIPOLITO
Por JUAN T H
Contrario
a lo que dijo y luego hizo Miguel Vargas, presidente del Partido Revolucionario
Dominicano (PRD), que no participó en la campaña electoral del 2012 para
impedir la victoria de su partido, Hipólito Mejía –en un gesto que lo
engrandece- fue el primero en buscar una
patana grande para, en compañía de Luís Abinader, recorrer todo el territorio
nacional para buscar los votos y los recursos que garanticen el triunfo del
Partido Revolucionario Moderno y de la Convergencia por un mejor país.
La
Patana de Hipólito es modelo 2016, donde caben todos, como un tren, de tantos
vagones como provincias y partidos políticos tiene el país, porque sacar del
Palacio Nacional a la Corporación Económica PLD requerirá del esfuerzo
mancomunado de todos los hijos de la patria de Duarte, Luperón, Manolo, Caamaño
y Peña Gómez.
En
esa enorme Patana caben, sin apretujarse ni maltratarse, los que anhelan un cambio del modelo
económico, político y social que ha impuesto la Corporación PLD para beneficio
de sus principales dirigentes y asociados, que convirtieron la nación en una
piñata que a golpes de pobreza popular se han enriquecido hasta más no poder.
La
lucha fratricida que libran los grupos que encabezan Danilo Medina y Leonel
Fernández en nada beneficia al pueblo dominicano. Es una lucha por el control
de la Corporación PLD y del Estado, garantes de la impunidad que disfrutan los
corruptos.
La
Patana de Hipólito es de unidad, democracia, libertad, justicia y bienestar social; es una invitación al cambio
estructural, a la elaboración de un programa de gobierno que beneficie al
pueblo para pagarle la deuda acumulada
durante siglos de pobreza y marginalidad.
Cambiar
el rumbo o seguir sumergidos en el pantano de la degradación ética y moral, es
la consigna. Seguir en el fango de la corrupción de la Corporación PLD o
sacarlos del poder para imponer un gobierno decente y honrado, es lo que se
impone en estos momentos.
La
actitud de Luís Abinader, de confraternidad, de utilizar todos los activos del
PRM, sin importarle con quién estaba antes de la convención, es plausible.
“Este es un solo partido, con un solo y único candidato presidencial”, ha
señalado en múltiples encuentros. “Si con Hipólito ganábamos todos, conmigo también”,
ha reiterado.
Por
esa disposición unitaria, tanto de Luís como de Hipólito, es que la integración
del partido ha sido total. Ya el PRM está listo para la pelea en el campo que
sea necesario.
La
Patana, entonces, ya no es de Hipólito, es de Luís y de todos los que desean
sacar la Corporación PLD del poder. La clase media, sumergida en una profunda
crisis económica, al igual que los trabajadores y las amas de casas, están
hastiadas, hartas no, “¡jartas!”, de tanta corrupción, tantas mentiras, tantos
engaños y tanta pobreza acumulada tras las cifras falsas del Banco Central.
Todas
las condiciones están dadas para que Luís Abinader se convierta en el próximo
presidente de la República encabezando un periodo de profundos cambios en el
Estado y en el país en sentido general. El Estado dejará de ser un botín de
guerra de grupos envilecidos por la corrupción y el saqueo como lo ha hecho la
Corporación PLD.
Subamos
todos a la Patana del PRM y la Convergencia para sacar del Palacio Nacional a
Danilo y a Leonel, pájaros del mismo nido, amigos y enemigos coyunturales para
joder al pueblo.
Limpio no es el que limpia
Limpio es el que no ensucia
Anibita José
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