La justicia es una vergüenza: La Iglesia Católica arremete contra el gobierno en el “Sermón de las 7 Palabras”
La corrupción en República Dominicana fue el tema
principal del Sermón de las Siete Palabras, pronunciado este Viernes Santo por
la Iglesia Católica, donde expresaron, además, que la Justicia es una vergüenza
para todos los dominicanos.
En el sermón participaron conjuntamente los sacerdotes
Juan Bautista Cordero Domingo Legua, Fray José María Guerrero, Juan Amadís
Socorro Ovalles, Nelson Clark y Jorge Iván Rodríguez.
En la primera palabra del mensaje “Padre, perdónalos,
porque no saben lo que hacen”, el padre Domingo, vicario de la pastoral social
de la Arquidiócesis de Santo Domingo, deploró: “qué decir de la Justicia, hoy
vergüenza de todos los dominicanos, se llegará un día en que tendremos una
justicia que no condene a quien robe un salami para comer, que dará fuertes
penas para quien abusando de sus cargos se lucra robando para beneficio
personal, que no se dejará engañar por el partido en el poder, que serán
apolíticos para ser justos y objetivos, una justicia que será el orgullo del
pueblo dominicano”.
En este día que se conmemora la muerte de Jesús, el
párroco de la iglesia Cristo Salvador de Honduras, recordó a Martin Luther King
y su ideología de alcanzar igualdad de derecho para todos, y dijo que sueña con
que un día los dominicanos tendrán una Justicia clara y diáfana, veraz y justa,
que emitirá condenas en sus juicios en función de la gravedad de los casos.
Durante el mensaje expuesto en la Catedral primada de
América, dijo que “recordando a Martin Luther King, y guardando la distancia,
yo también tuve un sueño: que senadores, diputados y miembros del Poder
Ejecutivo que en vez de cobrar el salario máximo cobraran el salario mínimo,
para que nadie quedara por debajo de ellos, que en vez de dejarse adular adulen
al pueblo y no solo en campaña electoral, que en vez de mentir digan la verdad,
que en vez de andar ostentando lujosos vehículos sigan en vehículos utilitarios
como el resto de la gente, que en vez de vivir en grandes mansiones vivan en
pequeñas edificaciones, como vive la mayoría del pueblo dominicano, que en vez
de conseguir las mejores becas para sus hijos, esas becas fueran para los hijos
de los pobres".
En cuanto al sistema de partitos, el padre Domingo
dijo que el pueblo dominicano se merece unas instituciones políticas que velen
más por el bienestar de la gente, cuyos integrantes sean referentes y tengan
vocación de servicios, no de poder.
“Que tengamos unos partidos políticos capaces de
consensuar por el bien del pueblo, unos partidos cuyos hombres y mujeres fueran
referentes de honestidad, unos partidos que no nos avergonzaran. Soñaba con
unos partidos que no fueran partidos, sino enteros, unos partidos que no
tuvieran vocación de poder, sino de servicio, unos partidos que no coartasen la
libertad de sus afiliados, igualmente nos gustaría tener unas instituciones
militares y policiales como en otros tiempos no bélicas y hoy involucradas en
un 90% en robos, atracos y homicidios, que fueran más defensoras de todos los
ciudadanos” dijo.
Agregó que “también sueño con una iglesia más pobre y
humilde, acogedora y misericordiosa, donde existirán sacerdotes estupendos,
maravillosos, acogedores y cercanos al pueblo, no existirá la pederastia, una
iglesia que sepa pedir perdón cuando se equivoca y que nunca condene a nadie,
una iglesia sin privilegios, ni poder y amiga de todos”.
Por su parte, el párroco Fray José María Guerrero,
pidió a Dios fuerzas para combatir una justicia que se implica con la maldad y
la corrupción. Su mensaje estuvo en la segunda palabra: “En verdad te digo,
desde hoy estará conmigo en el paraíso”. “El hombre corrupto ha perdido su
esencia, su dignidad, y solo recupera su dignidad si devuelve lo que ha
robado”, dijo.
Mientras que el padre Mario de la Cruz Campusano,
vicerrector del seminario pontificio Santo Tomás de Aquino, al pronunciar la
Tercera Palabra: “Mujer ahí tienes a tu hijo e hijo ahí tienes a tu madre”,
dijo que "cuando no se tienen las oportunidades ni una política social
adecuadas para que todos disfrutemos de los recursos de que dispone el país, ya
que dos o tres se hacen con el erario público dejando en la miseria a una
inmensa mayoría".
Explicó que la sociedad se siente desprotegida cuando
no ve resuelto los principales problemas que le aquejan, como energía
eléctrica, salud, educación, vivienda y seguridad ciudadana.
En tanto, Sobre la forma de actuar de la justicia y
los hechos delictivos, resaltó que “desprotegidos se sienten también los
ciudadanos al ver un sistema de justicia débil, que condena al inocente y
absuelve al culpable. Aquí solo recibe cárcel el ciudadano de a pie, el que no
tiene ningún tipo de influencias ni dinero para soborno”, dijo.
Indicó que “solo hay que escuchar a Yeni Berenice
Reynoso, fiscal del Distrito Nacional, quien afirma que en el 90% de los casos
de narcotráfico, sicariato y crimen organizado se encuentran involucrados
policías y militares”.
Además de estas tres palabras se leyeron mensajes de
la Cuarta Palabra: “Dios mío, Dios mío, porque me has abandonado”; la Quinta
Palabra: “Tengo Sed”, expresión del evangelista San Juan; la Sexta Palabra:
“Todo está consumado” y la Séptima y última palabra: “Padre en tus manos
encomiendo mi espíritu”, pronunciadas por Jesús antes de morir.
Las siete palabras
1-) Primera Palabra: Padre, perdónalos, porque no
saben lo que hacen. Fueron las primeras palabras de Jesús cuando fue clavado en
la cruz.
2-) Segunda Palabra: En verdad te digo, desde hoy
estará conmigo en el paraíso, fueron las palabras que Jesús le dijo al ladrón
arrepentido. Lucas 23-43.
3-) Tercera Palabra: Mujer ahí tienes a tu hijo e hijo
ahí tienes a tu madre.
4-) Cuarta Palabra: Dios mío, Dios mío, porque me has
abandonado.
5-) Quinta Palabra: Tengo Sed, expresión del
evangelista San Juan y que encierra los grandes sentimientos de Cristo. Del
evangelio San Juan.
6-) Sexta Palabra: Todo está consumado.
7-) Séptima y última palabra: Padre en tus manos
encomiendo mi espíritu. Estas fueron las últimas palabras pronunciadas por
Jesús antes de morir. Lucas
23:46.
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