UN CONSEJO DE BUENA FE
Por Juan TH
¿Por qué un
hombre de apenas 47 años, que hasta hace poco era un desconocido y ya es una
figura nacional tiene que apresurarse? ¿Por qué no puede esperar cuatro años y
convertirse en la principal figura política del país? ¿Por qué no desprenderse
transitoriamente de sus aspiraciones presidenciales, y en un acto de solidaridad,
de agradecimiento y de inteligencia política no cederle el paso a su mentor y
guía?
¿Cuál es la
prisa? ¿Por qué correr riesgos cuando se ha recorrido un trecho exitoso? ¿Acaso
no se da cuenta que se está jugando el todo por el todo sin necesidad? ¿Sus
asesores no se percatan de que su pupilo puede quedar sin pito y sin flauta?
En estos
momentos el Partido Revolucionario Moderno (PRM) tiene dos figuras
fundamentales. La primera es un líder natural, firme de carácter, con una
experiencia de Estado de casi 50 años cuando estuvo al frente del Instituto del
Tabaco, luego Ministro de Agricultura hasta llegar a la presidencia de la
República. Quiere intentarlo por última vez, pues su edad no le permitirá
continuar más allá del proceso electoral venidero.
La otra
figura es joven, capaz, honesto, pero sin experiencia de Estado. Es dueño de un
futuro promisorio en la política. No parece darse cuenta, sin embargo, que es
el heredero natural del "viejo" que lo ha protegido y guiado hasta
donde se encuentra en estos momentos.
Enfrentar al
"viejo" amigo y entrenador político, como lo hacen muchos de los
advenedizos compañeros del joven, es un error grave.
El líder ya
decidió buscar la nominación presidencial. Nadie tiene dudas. No apoyará a
nadie, se apoyará a sí mismo. Saldrá a las calles a reclamar su espacio en la
sociedad reagrupando a sus seguidores en todo el territorio nacional e
internacional. Saldrá como una trompa marina. Nadie lo detendrá. Arrollará a
todos los que se le crucen en el camino.
He propuesto
varias veces repetir la fórmula de las elecciones pasadas que logró casi un 48
% de los votos pese al fraude, la inversión de cientos de miles de millones de
pesos, la traición de Miguel Vargas y la ilegal participación de todos los
funcionarios del gobierno, de la Policía y las Fuerzas Armadas en la campaña
electoral.
Pero si por
alguna razón el joven emprendedor no quiere ser segundo; no importa, puede
proponer otra fórmula que igual puede ser victoriosa. Aunque insisto, lo mejor
es reeditar las candidaturas del 2012.
Con el PRM y
la Convergencia en el poder y el "viejo" de presidente, el joven
tiene el carril del centro totalmente franco para ser candidato y presidente
electo en el 2020, con apenas 50 y tantos años.
Dejar que le
cuenten los votos en una convención, no creo que deje buenos dividendos. Es un
peligro. Es casi imposible que Hipólito pierda voto a voto un certamen en el
PRM.
Si Luis
Abinader decidiera respaldar a Hipólito se capultaría en la organización. Fuera
de Hipólito no tendría ninguna otra competencia. Incluso puede hacer desde
ahora un acuerdo o pacto que le asegure una importante cuota en un futuro
gobierno así como la candidatura presidencial del 2020-Y lo que es más
importante: La unidad del PRM sería monolítica.
Sería una
unidad de acero.
La bola está
en su cancha.
Limpio no es el que limpia
Limpio es el que no ensucia
Anibita José
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