Centro Económico del Cibao, Hipólito Mejía y PRM
Hipólito
Mejía, quien anunció recientemente que iría a las calles con propósitos
proselitistas para las elecciones de 2016, siempre ha gozado de “las simpatías”
de la CEC
Pese a las
“guerras de las encuestas”, la decisión final la demuestra el pueblo en las
urnas
En esta vida
cada día más exigente, las firmas encuestadoras juegan un rol cada vez más
determinante en el posicionamiento de determinado candidato presidencial, lo
que se ha tornado prioridad para que cada parcela política elija la firma
encuestadora con la que se sienta “más cómoda”.
Esta vez nos
referimos a la empresa de mediciones Centro Económico del Cibao (CEC), la
cual- se dice-, tiene inclinación por el ex presidente Hipólito Mejía y el
entorno del ex mandatario que dejó al Partido Revolucionario Dominicano (PRD),
y decidió formar el Partido Revolucionario Mayoritario (PRM).
Como
presidente del CEC figura Leonardo Aguilera, un dominicano egresado
de la escuela de economía de la Ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
(URSS), y de quien se dice es amigo personal del ex presidente
Mejía.
Datos
indagados por este multimedios revelan que el CEC fue fundado en 1988.
Desde entonces ha realizado un conjunto de investigaciones en los ámbitos
industriales, bancarios, comerciales, de medio ambiente, mercados y,
fundamentalmente, de encuestas políticas.
Un portal de
la firma se empeña en destacar su trabajo en el campo de las proyecciones políticas
en las elecciones nacionales de 1994, luego en el 1996, las del 2000, 2004,
2008, 2012 y las congresionales y municipales del 1998, 2002, 2006 y 2010.
Mientras que
el perfil de su propietario Aguilera refleja que ha trabajado como consultor político
en Méjico, Haití, y recientemente, en las elecciones presidenciales de El
Salvador.
Pero, al
parecer cuando la “providencia” no ha favorecido la parcela blanca, el CEC
tampoco ha quedado bien parado con sus pronósticos.
Un dato
concreto de lo que decimos fueron las predicciones del CEC con relación a quien
sería el candidato ganador de las elecciones presidenciales del 2012, donde
resultó triunfante el aspirante del Partido de la Liberación
Dominicana(PLD), Danilo Medina.
Aquella vez,
el CEC tuvo los pronósticos menos certeros, con una desviación del 7.98%, para un
último lugar en un grupo de nueve firmas participantes.
Las
posiciones se tomaron en cuenta partiendo de los resultados oficiales de la
Junta Central Electoral (JCE), con relación al certamen.
A finales de
Julio del 2011, el CEC publicó una encuesta en la que revelaba que la simpatía por
cada uno de los partidos, a nivel nacional, la acaparaba el PRD, con el 44.8%;
mientras que para su principal oponente, el PLD, fue de 37.7%.
En esa misma
medición, el CEC indicaba que en la intención del voto preferencial para el
2012, la balanza se inclinaba de parte del candidato perredeísta Hipólito
Mejía, con 52.0%, ante el 40.5% de Danilo Medina, en el Gran Santo Domingo.
En tanto que
en la región norte Mejía figuraba con el 62.0%; Medina con 30.0%; en el sur el
candidato perredeísta con 55.2%; el peledeísta 39.2%; en el este el representante
del partido blanco figuraba con 44.4%; el del partido morado, 40.7%. Como se
ve: en todas las regiones el CEC favorecía a Hipólito Mejía.
A mediados
de septiembre de este año, el Centro Económico del Cibao publicó una nueva
encuesta donde hablaba de un “virtual empate técnico” entre los aspirantes
presidenciales Leonel Fernández y Luis Abinader; mientras que el perredeísta
Miguel Vargas Maldonado se había caído en las preferencias del electorado.
Según el
estudio, Fernández conseguía un 40.7 por ciento de preferencias; Abinader, el
38.4 por ciento y Vargas el 5.8 por ciento.
Sobre los
niveles de aceptación de Vargas y Abinader como posibles candidatos de la
oposición, las opiniones eran favorables en un 58,6 por ciento para el segundo
y apenas 21,1 por ciento para el primero, acotaba.
Un 44%
de los participantes en la muestra consideraba que el candidato del PRM
debía ser electo ya y un 48,2 por ciento opinaba que podría ser “mediante un
acuerdo entre Abinader y la otra principal figura de ese partido, el ex
presidente Hipólito Mejía”.
A todas
luces se percibe claramente la intención de hacer “brillar” las figuras de
Hipólito Mejía y Luís Abinader, del PRM, y dejar mal parado a Miguel Vargas
Maldonado, del PRD.
Una vez más
acudimos a los adagios populares: “nadie toma cuchillo para su garganta; el
amigo de mi enemigo es mi enemigo”…y así sucesivamente.
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