DESGARRADOR RESUMEN DEL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI
Redacción/El
Dominicano en USA
Mi nombre es José Manuel Yánez, venezolano criollo.
Quisiera comenzar resaltando que fuimos una familia desde el comienzo
simpatizante al supuesto cambio de la “Revolución” a partir del momento que mi
hermano consiguió después de 1 año de espera, el convenio Cuba-Venezuela, para
fisioterapia en el CIREN. Vaya, ¡que convenio! Se abrieron las ventanas hacia
la realidad de lo que realmente es el comunismo.
Así comenzó todo. Por primera vez montamos en guaguas, recorrimos Centro
Habana en el P1; fue mucha la miseria grabada en nuestras memorias de esas
calles en tu ciudad encerrada en un pasado. Sólo por donde pasan los importantes y los” turistas” es
donde les conviene mantener en buen estado y reparar. Recuerdo que además
caminamos la famosa Quinta Avenida, repleta de casas maravillosas, algunas
embajadas. “La Habana” para algunos es un paraíso, para otros un infierno;
donde las limitaciones son el brillo que se interpone en cada una de aquellas
miradas, en el día a día de los cubanos ó en una fila para comprar un perro
caliente en 23 y L.
Me gustaría exponerte una realidad de lo que sinceramente es el
socialismo en Venezuela. Creo fielmente como venezolano que soy, que la mayoría
sabe que hubo fraude electoral en abril del 2014, con un CNE para quien no lo
sabe: chavista; al igual que el TSJ, la Fiscalía, Defensoría, Asamblea: No existe separación de poderes
públicos. El odio de los que gobiernan es una realidad que no se puede
esconder, es muy fuerte y sobresale. Todos lo ven y lo sienten: en
supermercados, en los buses, en las colas, en cualquier lugar del país donde se
vaya; porque ese odio no les permite ser eficaces y mantener una buena gerencia
como en algunos países de Europa donde el socialismo se aplica en su carácter
más civilizado y respetuoso posible.
Venezuela está desangrada, matan por robar un reloj o un par de zapatos;
incluso porque los ves mal y te propinan un disparo. Pasa el otro y el otro y
el otro.
Mi vida pasa
por una serie de cambios, puesto que decidí emigrar de Venezuela después de ser
maltratado y acribillado a palos por la POLICÍA de Anaco, Estado Anzoátegui
sólo por estar a las 9pm de un domingo caminando por una avenida en Campo Sur,
de ese pueblo.
Me detuvieron, me pidieron dinero y por no tener, me golpearon y me
metieron la punta de la pistola en la boca. ¡Casi me matan! Recuerdo que les
rogaba que no me mataran, que tenía un hermano enfermo que me necesitaba. Los policías me amenazaban de
poner drogas en mis bolsillos. Se reían, me decían nombres despectivos. ¡Uff…!
¡Qué recuerdos! Me llevaron a la casa en moto a buscar dinero. Me decían que me
soltaban si yo cumplía. ¡Eso hice!
Fui maltratado y robado por la propia seguridad de la población. Esa es
mi realidad y la de muchos venezolanos.
La policía en Venezuela es el epicentro de la delincuencia. No existe
organización, no existe respeto a los Derechos Humanos. En Venezuela se perdió
la delicadeza de la democracia. Es la ley del más fuerte, tanto así que ese régimen de hoy está
sostenido por una unión cívico-militar (como ellos lo definen). Esto es
inconstitucional. El militar que desee hacer política se debe retirar primero
del servicio y luego hacer política.
Mi hermano
en el año 2010 tuvo que ser asistido por la Salud Pública. Fue lo peor que
pueda existir sobre la faz de la tierra. Imagínate que en el Hospital
Universitario Manuel Núñez Tovar de Maturín (Estado Monagas) donde fue
asistido, los familiares teníamos que
traer los insumos que los médicos necesitaban para salvar la vida de los
enfermos. En mi caso, tuve que llevar la colistína, un medicamento que compré
con mi dinero, al igual que los pañales que necesitaba mi hermano en terapia
intensiva.
Para que tengas una idea, en la propia emergencia se presentaban tiroteos
entre bandas delictivas. En fin, realidades que cualquier venezolano lee y sin
duda lo certifica. Salud, seguridad, bienestar, garantías, justicia: nada de eso funciona como debe
ser. Son ya 15 años de historia triste y de miseria en Venezuela. La realidad
es que muchos se han beneficiado, justo en la bonanza petrolera, como por
ejemplo, esos que envejecieron en tu isla sobre el poder además de Maduro y
toda su red de corrupción.
Nicolás Maduro no va a los hospitales públicos de mala muerte, y por
supuesto, no camina a las 10pm por las calles oscuras de Caracas u otro rincón
de Venezuela. Se
llena la boca diciendo que el socialismo es lo que realmente funciona en
Venezuela, pero él no sufre ese socialismo como todos los demás. La inflación
galopante está desangrando al país, al igual que la regaladera de petróleo a
países como Cuba.
Actualmente, mi hermano y yo estamos en España. Mi madre y mis dos
hermanas aún siguen en Venezuela pasando penurias, golpes, peleas, colas;
marcas en los brazos como ganados para comprar leche, mantequilla, azúcar,
detergente, papel higiénico, café, atamel, acetominafen… La lista de productos que
escasean es interminable. Mi hermano y yo estamos sufriendo en carne propia el
dolor de saber y sentir de alguna manera lo que ellas pasan. Las cucarachas que
están en el poder quieren manipular la realidad. Ese nido de víboras del canal
VTV y Telesur lo único que hacen es distorsionar y dibujar un país perfecto;
país que no existe. ¡No existe!
Mi familia en Venezuela lleva 8 meses esperando un cupo para viajar y
visitarnos en el extranjero. Las aerolíneas no están operando con normalidad.
¿Por qué? Porque el régimen venezolano les debe millones de dólares. Ellos si pueden viajar y
recorrer el mundo con dinero de los venezolanos y volar con los aviones de
PDVSA. Ellos viven un CAPITALISMO PURO, jamás serán socialistas, pues sus
verdaderas bases son el dinero y el poder disfrazados de populismo.
Lamento
decirte que esta es una pequeña parte de la realidad venezolana. Somos
opositores a todo lo malo que oscureció a nuestro país desde hace 15 años. Nos definimos como EX-CHAVISTAS con mucho
orgullo, pues lo importante es arrepentirse y aceptar que hemos sido engañados
y burlados. ¡Nuestro fiel caso! Como dicen por ahí: no hay mal que por
bien no venga. Hoy somos felices y estamos en paz, sabiendo que no somos
cómplices de la destrucción total de nuestra linda Venezuela.
Para
concluir, te pido que luches como vas, por la democracia en Cuba, con nuestro
apoyo cuentas.
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