Esas Siglas, dejaron de representar nuestros valores
Por: Margarito De León Castillo
La historia no es más que un recuento de los hechos de
los hombres, a su paso por la vida, la historia política, no escapa a esta
regla. Iniciamos esta nota, pues
consideramos pertinente dejar constancia de lo que ha acontecido en una
institución que mereció tener mejor suerte.
Con más luces que sombras, el PRD agoniza, producto de
tantos maltratos y rescatarlo y resucitarlo.
Es como diría cualquier compueblano:
Costaría más la sal que el chivo.
Hace tiempo que analistas nativos y consultores
internacionales, venían levantando la tesis sobre el agotamiento de la marca
PRD. Mucha tinta se ha derramado
enarbolando teorías y razones pretendiendo justificar ese “agotamiento”.
El PRD, fue derrotado por El PRD. Esa advertencia, repetida hasta la saciedad por
el Dr. José Francisco Peña Gómez era la única forma de aniquilar a esta
organización. Sentencia consumada por
los actuales incumbentes de facto de este partido con su presidente Miguel
Vargas a la cabeza en contubernio con los gobernantes del Partido Contrario.
Múltiples divisiones, pactos al margen de los principios
que dieron origen al perredeismo, violaciones constantes a nuestros estatutos,
horizontalidad en el liderazgo, con organismos supernumerarios imposible de
convocar, prácticas clientelares y paternalistas suplantaron la meritocracia en
fin todos esos males nos trajeron hasta aquí.
Por eso, afirmamos, convencidos y firmes que: Esas
siglas, dejaron de representar nuestros valores. Por ahora no hay posibilidad de recomponer
esa organización, su estado agónico amenaza con llevarnos con él a la
tumba. Y eso no podemos permitirlo.
Agotado el último esfuerzo por salvar esta institución
que tantos aportes hizo a la democracia,
quedó truncado con la más desastrosa y perversa de las convenciones que
partido alguno haya realizado en la historia democrática de la Republica
Dominicana, donde la exclusión de una gran mayoría y la negación a elegir y ser
elegidos de los pocos que quedaron, fue el modus operandi de las actuales
autoridades amparadas y apoyadas por las fuerzas públicas.
Llego el momento de las grandes decisiones, enfocarnos en
organizar la gran mayoría en torno al Partido Revolucionario Mayoritario,
promoviendo un liderazgo institucional consciente de lo que debemos y lo que no
debemos hacer, dejando atrás los vicios y métodos fracasados.
Enfocándonos resueltamente en promover a todos los niveles:
Presidencial, Congresual y Municipal un liderazgo electoral, con la reciedumbre
ética, moral y suficiente capacidad y conciencia sobre cómo encarar los
problemas nacionales. Capaz de concitar
el respaldo de las grandes mayorías nacionales que entusiasmados asuman como
depositario de su esfuerzo, voluntad y sus votos La Convergencia, por un mejor
país, como única garantía de salvar el sistema de Partidos soporte de la
Democracia Política que tanta sangre le ha costado al pueblo dominicano.
Margarito Carlos de León Castillo
El Autor es analista politico, comunicador, incansable luchador comunitario, lider fundador del PRD, alto dirigente politico, radicado en el estado de Pensilvania, EEUU.
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