¡POR UN MEJOR PAIS!
Por JUAN T H / Para que la “Convergencia por un
mejor país” sea un éxito, es indispensable que
los auspiciadores depongan intereses personales, grupales o partidarios, por legítimos que
sean. Los objetivos estratégicos tienen
que estar claramente definidos. Y poner la política al mando antes de cada
acción, como enseña el marxismo.
“Sin unidad
no hay fuerzas, y sin fuerzas no hay victoria”.
Sacar del
poder a la Corporación Económica y Política PLD del poder requiere dejar a un lado las
agendas personales y trabajar desinteresadamente en rescatar el país del hoyo en que se
encuentra fruto del robo, el saqueo, el narcotráfico, el endeudamiento, el
clientelismo y la corrupción a todos los niveles en perjuicio de la mayoría del
pueblo.
La
Convergencia no es, ni será, un partido. Pretende ser mucho más que un partido al
agrupar a todos partidos y movimientos sociales preocupados por la situación deplorable
de la nación.
El Partido
Revolucionario Mayoritario que encabezará el ex presidente Hipólito Mejía junto
con Luís Abinader, Andrés Bautista, Milagros Ortiz Bosch, Hugo Tolentino, Jesús
Vásquez, César Cedeño, entre otros, precisa de mucho tacto, sentido común y
visión política. ¡Y amor a la patria!
Ese PR
Mayoritario no puede arrastrar los problemas ni los vicios del pasado. Las
tendencias o aspiraciones a cargos electivos no pueden ser un obstáculo para la
unidad interna y externa. La historia no lo perdonará.
El PR
Mayoritario, solo, no tiene oportunidad de alcanzar el poder, no importa quién
o quienes sean los candidatos. En tal sentido sus figuras más prominentes
tienen que unirse. Ordenar su propia casa para luego calidad moral para
procurar el ordenamiento de las demás. Hay que predicara con el ejemplo.
En tal
sentido, los dirigentes del PR Mayoritarios
deben darse una estructura
orgánica y una plataforma política e ideológica que oriente su accionar. Y será
luego, como yo lo veo, que podrán convocar a los demás partidos y movimientos
de la sociedad civil, con propuestas claras señalando el camino para desplazar del poder a la nefasta Corporación
Económica PLD que dirige su Comité Político.
Hipolito, en su condición de líder y ex presidente de la República,
tiene que asumir su rol protagónico sin avasallar, cosa que no suele hacer, y
sin prejuicio, algo que tampoco suele tener, para conducir las tropas internas
y externas por las aguas turbulentas del mar político. La voluntad y
determinación de un líder y de sus compañeros dirigentes es muy importante.
Las candidaturas
podrán analizarse y escogerse más adelante, después de crearse el PR
Mayoritario y la Convergencia, dentro de un marco franco y democrático sin que
ningún sector se sienta marginado o ignorado.
Sé que no es
tarea fácil en medio de una crisis moral
como la que vive el país, enfrentar la
Corporación PLD y al mismo tiempo crear un partido nuevo y constituir una fuerza
política de la magnitud de la Convergencia. Lo sé.
Pero es posible si nos despojamos
de sectarismos y prejuicios, si levantamos la bandera de la unidad con sinceridad.
La
Convergencia no solo es posible, es necesaria si queremos derrotar y sacar del
Palacio Nacional la corrupta Corporación Económica y Política llamada PLD, que utiliza –y seguirá utilizando- los
recursos del Estado inescrupulosamente para intentar continuar en el poder.
Si impera la
unidad, si los objetivos se establecen con claridad, si la lucha popular deja
de ser espontánea y se organiza políticamente, La Convergencia se convertirá en
la principal fuerza política y electoral del país en pocos meses con
posibilidades reales, no quimeras, de ganar los comicios del 16 y echar del
Palacio Nacional a la Corporación Económica y Política PLD.
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