INDIFERENCIA CÓMPLICE
Por Ramón Colombo
Para
bombardear un hospital y matar a más de quinientas personas hay que
abandonar la condición humana; es decir, renunciar a toda sensibilidad,
conciencia, vergüenza, espiritualidad, compasión y decencia, y a toda noción de
civilización y pertenencia a la comunidad humana.
Para hacer eso hay que
convertirse en maquinal fiera sanguinaria, renunciar a toda memoria y elevar a
Hitler (¡precisamente a Hitler!) como paradigma. Ni más ni menos eso han hecho,
paradójicamente, los que masacran al pueblo palestino en la Franja de Gaza,
con la asquerosa indiferencia cómplice del mundo.
Comentarios