HIPOLITO DEBE SER EL CANDIDATO
Por JUAN T H / Dudo mucho
que la República Dominicana, de cara a las elecciones del 16, tenga un
candidato a la presidencia mejor que Hipólito Mejía.
Antes de
iniciar la campaña del 2010 un asesor de imagen, después de pasarse dos semanas
compartiendo día y noche con Hipólito, me
dijo: “Ustedes tienen un candidato formidable. Pocas veces he conocido un candidato
tan cálido, con el que se puede planificar y desarrollar una campaña. Tiene
grandes cualidades y puede ganar las elecciones. No intenten cambiarlo. Déjenlo
que siga siendo lo que siempre ha sido. Ese es su éxito. Tal vez deba moderar
un poco su expresión, pero nada más”.
Fue el mismo
personaje que días antes de las elecciones, en una reunión donde habíamos ocho
o diez personas afirmó: “Estamos por encima del margen de error de todas las
encuestas, pero no por encima del margen del robo de las elecciones que en este
país va, desde un cinco, a un diez por ciento, que es mucho”. Y así ocurrió. El PLD, con Leonel Fernández y Danilo Medina
a la cabeza, se robaron las elecciones”.
Me he prometido probarlo algún día.
Hipólito
sigue siendo un candidato excepcional. Es la razón por la cual obtuvo un 47 %
de los votos a pesar de la traición de Miguel Vargas, de la inversión de 50 o
60 mil millones de pesos, de la participación activa de las Fuerzas Armadas, la
Policía, el Ministerio Público,
Ministros, embajadores, medios de comunicación, “líderes” de opinión y
la Junta Central Electoral. A pesar de todos esos factores, incluso a pesar del
fraude, ese hombre ganó los comicios. (¿…?)
Cerca de las
seis de la tarde del día de las votaciones, todas las encuestas a boca de urna
daban a Hipólito ganador con un 52 %. Es el único país del mundo donde se
“equivocan” o “yerran” los sondeos de ese tipo. ¡El único!
(Si en este
país no se produjo una guerra civil o una revuelta, con cientos, tal vez miles
de muertos, es porque Hipólito no quiso provocar una crisis post electoral, con
la que yo, y muchos más, estábamos de acuerdo)
Han pasado
casi dos años desde que Danilo se instaló en el Palacio Nacional y admitió
haber encontrado un maletín lleno de cuentas por pagar fruto de la corrupción y
el fraude electoral.
La campaña
electoral comenzó hace meses. El partido de gobierno tiene ahora muchos
aspirantes a la presidencia de la República lo que augura serios conflictos
internos. Danilo no es Leonel aunque lo pretenda. Tiene algunos escrúpulos. No
gastará una fortuna para que su archienemigo vuelva a la presidencia de la República
con las consecuencias que sabe traería ese fenómeno. Además, no tiene que temerle a la posibilidad
de ir a la cárcel, como su antecesor.
La oposición
tiene un hombre, el mejor: Hipólito Mejía. No escogerlo como candidato
presidencial sería, desde mi punto de vista, un error.
Nadie tiene
su arraigo, su popularidad, ni su carisma. Nadie se conecta tan fácilmente con
la gente como él. Si alguien se parece al pueblo dominicano en su esencia más
sana y noble, ese es Hipólito Mejía. Y como si fuera poco, es el único ex
presidente de la República que se ufana en gritar a los cuatro vientos: “¡Ni
maté, ni robé!” durante su mandato.
Un candidato
con todas esas condiciones, es el ideal para encabezar la boleta ya sea del PRD
unido, del PRD Mayoritario o de la Convergencia Democrática, con un programa de
gobierno consensuado por las principales fuerzas políticas y sociales de la
nación.
No estoy en
contra de nadie en la oposición; estoy a favor de Hipólito Mejía. Creo,
sinceramente, más allá de mi relación personal con él y su familia, que es la
mejor opción para volver al poder y sacar al país del lodazar en que se
encuentra desde hace muchos años.
Hipólito, insisto, es o debe ser, la principal
carta de triunfo en las elecciones del 16 de la Convergencia para derrotar al
candidato del oficialismo, no importa quién sea.
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