12 reglas gramaticales en las que solemos meter la pata
Pensamos que
lo sabemos todo, pero no es así. Lejos quedan los años de instituto en los que
los maestros tachaban en rojo nuestros errores, pero forman parte de nuestra
vida diaria medios de comunicación, televisiones, periódicos y otras
fuentes de información (internet, mensajería instantánea) donde las
patadas a las reglas gramaticales se suceden sin parar.
Por
gramática solemos entender al conjunto de reglas y principios que gobiernan el
uso de las lenguas y la utilización de palabras dentro de la oración. La gramática
prescriptiva tiene como objetivo desaconsejar el uso de determinadas
construcciones no estandarizadas y, aunque su importancia haya
disminuido dentro de la lingüística, no es tan extraño que sigamos cometiendo
equivocaciones que, especialmente en el lenguaje escrito, pueden dañar nuestra
imagen.
El pasado
año, el Instituto Cervantes publicó Las 500 dudas más
frecuentes del español (Espasa), en el que sus autores, Florentino
Paredes García, Salvador Álvaro García y Luna Paredes
Zurdo resolvían algunas de las dudas más frecuentes que suelen surgir
en la utilización de nuestra lengua, a partir de las recomendaciones de las
diferentes academias.
¿Cómo se
escribe el plural de las siglas, como “CD” o “BOE”?
Las siglas,
creadas mediantes la adición de las iniciales de varias palabras, no añaden un
“’s” ni una “s”, ni siquiera en el caso de que provengan del inglés. El plural
se mantiene invariable en la lengua escrita, por lo que se debe escribir “CD” o
“BOE”. Sin embargo, si las siglas se convierten en nombres comunes (como es el
caso de “ovni”), es correcta la variación en plural, y la palabra ha de
escribirse en letras minúsculas.
¿“Mis
amigos y yo” o “yo y mis amigos”?
“El burro
delante para que no se espante” era la fórmula utilizada por los
docentes para recordarnos que no debemos anteponer el pronombre de primera
persona en una enumeración. Se trata de una cuestión más de cortesía que
propiamente gramatical. Así pues, demos preferencia a nuestros amigos si no
queremos parecer poco elegantes.
“Es por
eso que no he podido venir antes”
¿Suena mal,
verdad? Pues se trata de una construcción absolutamente correcta: es el “que galicado”,
una fórmula tradicionalmente rechazada, pero cuya extensión geográfica y social
en América ha provocado su aceptación. Se trata de una oración copulativa
estructurada en dos partes: el elemento focalizado y una subordinada que, no
obstante, puede ser sustituida por “por lo que”.
“¿Qué
cuesta eso?” o “¿cuánto cuesta eso?”
A pesar de que
la utilización del “¿qué cuesta?” (o “vale” o “pesa”, es decir, verbos que
expresan magnitudes) esté más o menos extendida en un registro coloquial, es
preferible utilizar “cuánto”. Sin embargo, cuando a dicho interrogativo le
sigue un sustantivo, como es el caso de “¿qué distancia hay…?”, se considera
válido. Las construcciones de preposición e interrogativo que aparecen en
oraciones como “¿qué vas, a tu casa?” son coloquiales, propias de la lengua
hablada, y por lo tanto no deben reproducirse por escrito.
“En cuyo
caso”: ¿correcto o incorrecto?
La búsqueda
de “en cuyo caso” en la red devuelve casi 60 millones de resultados, todos
ellos incorrectos: el volumen recuerda que “cuyo” es un determinante que se
caracteriza por aportar un significado posesivo, un matiz que no tiene lugar en
dicha construcción. Es preferible utilizar alternativas como “en tal caso” o
“en ese caso”.
¿“Delante
de mí” o “delante mío”?
Una de las
dudas más frecuentes, ya que ambas estructuras parecen semejantes. Sin embargo,
“delante” es un adverbio, una clase de palabra que no puede combinarse con
determinantes, por lo que la fórmula “delante mío” es incorrecta. Sin embargo,
“alrededor nuestro” sí está permitido, puesto que la palabra “alrededor” puede
ser tanto un adverbio como un sustantivo.
“Mi Pepe
también cocina bastante bien”
Sabemos a la
perfección que fórmulas como “la María” o “el Juan” resultan vulgares, pero
dudamos cuando se trata de un posesivo. Es también incorrecto, un rasgo propio
de la lengua popular. Tan sólo se admite la anteposición de un indeterminado
cuando se pretende realzar una cualidad representativa, como en “una obra
maestra escrita con el ingenio de un Miguel de Cervantes”.
¿“Veintipico”
o “Veinte y pico”?
Un caso
bastante peculiar. Si bien en el caso del numeral veinte se admiten ambas
variantes, a partir de los treinta, se recomienda la forma escrita en varias
palabras, es decir, “treinta y pico”. Un consejo: nunca digas “veinte y pico”
en Chile, puesto que allí, “pico” alude al órgano sexual masculino.
¿“Zapatillas
de lo más bonito” o “zapatillas de lo más bonitas”?
La lógica podría inclinarnos hacia la segunda opción, puesto que en ella el adjetivo “bonitas” concuerda en género y número con el sustantivo “zapatillas”, pero la Nueva Gramática de la Lengua Española considera que la variante no concordada (“de lo más bonito”) es más formal. Como explica el manual, también existe un matiz de significado: la variante concordada se aplica únicamente a las zapatillas, mientras que en el caso de la no concordada el adjetivo se utiliza en grado máximo.
La lógica podría inclinarnos hacia la segunda opción, puesto que en ella el adjetivo “bonitas” concuerda en género y número con el sustantivo “zapatillas”, pero la Nueva Gramática de la Lengua Española considera que la variante no concordada (“de lo más bonito”) es más formal. Como explica el manual, también existe un matiz de significado: la variante concordada se aplica únicamente a las zapatillas, mientras que en el caso de la no concordada el adjetivo se utiliza en grado máximo.
“A día de
hoy”: ¿correcto o incorrecto?
El volumen
del Instituto Cervantes acusa directamente a los lenguajes periodístico,
político y administrativo de extender este uso importado del francés. ¿Para qué
calcar “aujourd‘hui” si podemos utilizar fórmulas como “hoy por hoy”, “hoy en
día”, “en la actualidad” o, simplemente, “hoy”?
¿“Cuando
menos” o “cuanto menos”?
Dos
construcciones que conducen a la confusión incluso a las personas más cultas.
“Cuando menos” significa “como mínimo”, mientras que “cuanto menos” puede ser una
locución conjuntiva que signifique “con mayor motivo” o una locución
determinativa que equivalga a “si menos”. En resumidas cuentas: es incorrecto
decir “su respuesta fue, cuanto menos, inapropiada”, mientras que es válida la
fórmula “cuanto más duermo, más sueño tengo”.
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