Dominicanos: Cobardes por conveniencia y haraganería
Por Anibita José/El Dominicano en USA /
A pesar de sus miserias, el pueblo dominicano ha logrado ganar el último premio internacional “Los más Pendejos”. Después de ver las noticias que nos llegan desde Venezuela, me atrevo a jurar que los dominicanos somos los más cobardes de América.
A pesar de sus miserias, el pueblo dominicano ha logrado ganar el último premio internacional “Los más Pendejos”. Después de ver las noticias que nos llegan desde Venezuela, me atrevo a jurar que los dominicanos somos los más cobardes de América.
La oposición
venezolana no está luchando en las fronteras, asaltando inmigrantes que andan
en busca de nueva vida, la juventud venezolana, junto a un grupo de valientes
opositores al régimen dictatorial, se han lanzado a las calles a luchar por sus
derechos civiles y justicia social.
La oposición
venezolana, no anda en busca de deportar miles de colombianos que cruzan sus
fronteras a diario.
Nosotros,
somos diez millones de ovejitas mansas, las que, dominadas por un pastorcito
insignificante, nos dejamos pastorear por toda la isla, haciendo, diciendo y
creyendo lo que nos dicen las bocinas de la corrupción.
El daño que
los gobiernos peledeístas (incluyendo el actual), han causado a nuestra moral y
economía, es cien veces mayor, que lo ocurrido con la revolución chavista y el
pueblo de Venezuela.
Tenemos
motivos para violentar las ideas y protestar enérgicamente contra el gobierno
criminal del PLD, tenemos derecho a una mejor vida, pero no tenemos valor moral
ni fuerzas para enfrentarlo. El PLD desde sus comienzos, trazó un maquiavélico plan
para desestabilizar la cultura, moral y fe de los dominicanos, y han logrado corromper
a todos las religiones, partidos políticos, pobres y ricos.
¿Cómo es que han logrado
poner en ridículo a diez millones de dominicanos y ellos se perfilan como los
mejores gobernantes de América?
La miseria
en la República Dominicana no es exclusividad de haitianos, es nuestra.
A pesar que
Danilo Medina ha tratado de arreglar sus metidas de patas, la ley es racista y
discriminatoria, es malvada y cruel.
Nuestra
miseria es exclusivamente Dominicana, es la única que ha sobrevivido en América,
porque aunque la influencia socialista predomina con su política burguesa-chupa-sangre,
América lucha por acabar la pobreza, nosotros no aportamos nada, no luchamos,
no nos quejamos, no hacemos nada.
Somos una
comunidad inútil, haragana, abandonada, arruinada, arrabalizada, gobierno tras
gobierno.
Entonces,
cuando creíamos ver surgir una nueva fuerza opositora, cuando Hipólito llamó a
su gente a piquetear y a violentarse, salió un pacifista aspirante, a deslucir
las palabras de papá, llamando a la calma.
Mientras no
se violenten las cimientes de la revolución pendiente, la República Dominicana,
jamás será libre.
Para
levantar la moral y acabar con la pobreza, necesitamos protestar
contundentemente contra el malvado gobierno peledeísta:
PARALICEMOS
EL PAIS
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