En Venezuela la TV ignora a la oposición y sólo transmite mensajes oficialistas
Es porque el
régimen controla todos los medios electrónicos. No hay entrevistas ni avisos ni
nada que refiera al punto de vista de los disidentes. La única voz es la del
gobierno de Nicolás Maduro
Caracas, Venezuela.- Si se mira la televisión venezolana,
asoma de inmediato un dato sorprendente: la oposición no existe. Ni un aviso
publicitario, ni una entrevista a sus candidatos, ni un debate importante que
la incluya. Nada. Sólo críticas, insultos y desprecios por parte de figuras del
oficialismo y la cadena nacional a disposición del presidente Nicolás Maduro
para defender a sus postulantes en los comicios municipales de mañana.
Esto es algo
en verdad nuevo y, por lo menos, no se daba hasta estos extremos bajo el gobierno
del extinto Hugo Chávez, el fundador del régimen. En sus últimos meses de vida,
aún existía la cadena Globovisión, que
atenuaba el contraste abriendo ventanas a algunas voces disidentes. Pero ahora
esa televisora paso a las manos de un empresario amigo del gobierno y la
oposición navega desde entonces resollando, como con sus velas caídas. Apenas
le queda la prensa escrita, que desde luego no tiene la penetración de la TV.
No es de
extrañar entonces la frase que descarga sin rubores el rector del Concejo
Nacional Electoral, Vicente Díaz, cuando afirma que “ésta es la campaña
electoral más desigual de la historia”.
No es una
frase de ocasión y hay números que la sustentan. Según un informe del diario El Nacional, el líder opositor,
Henrique Capriles, recorrió 117 municipios para apoyar a figuras de su tienda
política. Sólo una vez su acto fue transmitido por TV. Maduro, en cambio,
apenas se movió de su silla: visitó 21 jurisdicciones para apoyar a sus
candidatos y tuvo 53 apariciones proselitistas, la mayoría en actos oficiales y
todas mostradas en las pantallas.
Maduro,
además, habló por TV sobre la economía del país en 24 de los 30 días de
noviembre. El título de la amplia nota es enfático: “Capriles recorrió el país
pero Maduro dominó los medios”.
Ante esta
Venezuela partida en dos aldeas adversarias, a la oposición sólo parece
restarle el camino de la queja estéril ya que todos los recursos han sido
rechazados por la justicia electoral, cuyas autoridades son en su mayoría
oficialistas. De nada parece valer el principio elemental de que las cadenas
son pagadas por todos.
Tras la
admisión amarga del secretario de la Mesa de la Unidad Democrática, Ramón
Aveledo, de que la campaña había tenido “una enorme asimetría”, la ministra del
Poder Popular para la Comunicación, Delcy Rodríguez, le respondió con una
lengua sin freno: “Los llorones del MUD y su rector ya están hablando de
ventajismo”.
El aparato
de difusión chavista posee un emporio de unos 700 medios entre diarios, radios
y televisiones, nacionales, regionales y comunales, según los datos más fiables
sostenidos la mayoría de ellos con el erario público.
Lo curioso
es que este panorama de plano inclinado viene agravándose. Cuando fue electo en
abril, se pensó que Maduro -por carecer del liderazgo que encarnaba Chávez-
estaba obligado a negociar y a ser condescendiente.
Lo que pasa
ahora en este país muestra cómo el poder termina devorando a los personajes que
engendra. Lo dice el rector electoral, marcando la radicalización del
mandatario: “Es la apoteosis de lo que han venido siendo las campañas
electorales, sólo que esta vez es exacerbado, potenciado por la figura del
decreto del Día de Lealtad a Chávez”, dijo Díaz.
El rector
apunta a este otro dato tan sugestivo como orwelliano: mañana, cada elector
deberá, lo quiera o no, recordar al ex presidente porque el gobierno decidió
que ése será su día. Chávez, aún muerto, todo lo vigila: la tarjeta de votación
oficialista llevará impresa la imagen en blanco y negro de los ojos del ex
presidente, fallecido el 5 de marzo pasado.
Hay
respetados chavistas que defienden esta práctica. El bloguero Nicmer Evans
sostiene que “el madurismo busca asociarse con la imagen del padre fallecido
para tratar de rescatar el cariño que tuvo el padre y apoderarse de él”.
Y es
sugestivo que lo diga porque se busca así legitimar a un líder cuya aprobación
venía en baja y que vio subir recientemente su imagen -según encuestas no
difundidas- al forzar a los comerciantes a vender con 70 por ciento de
descuentos en una ofensiva electoral cuyas consecuencias que se verán luego de
la elección..
La
estrategia podría darle resultado, aunque habrá que esperar a mañana para
confirmarlo. Por el momento, la oposición exhuma perlas oratorias del
mandatario, que subrayan su polémico talante democrático en sus apariciones por
TV. El jueves, el diario El
Nacional se hizo eco de una correspondiente al 28 de setiembre,
cuando Maduro dijo: “Repudio con
mi alma y mi corazón a todos aquellos que se lanzaron a cargo de alcalde fuera
de la revolución. Los repudio sean quienes sean”.
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