Opa-locka extiende a las mujeres la prohibición de enseñar ropa interior con los pantalones caídos
Seis años
después de haber prohibido que los hombres muestren la ropa interior en lugares
públicos, los comisionados de Opa-locka decidieron extender la regla también a
las mujeres.
Los
comisionados de la ciudad aprobaron de forma tentativa una ordenanza que
autoriza a la policía a multar a las mujeres por usar pantalones que expongan
cualquier tipo de ropa interior.
La ordenanza
original se aprobó en el 2007, patrocinada por el comisionado Timothy Holmes, y
en ella se prohíbe usar pantalones saggy en parques y edificios del municipio.
En el 2010 la ordenanza se enmendó para incluir cualquier sitio público en la
ciudad.
La
comisionada Commissioner Dorothy Johnson fue quien patrocinó el cambio más
reciente, y dijo que tras encuentros con mujeres de la ciudad se sintió
motivada a mejorarles la imagen. Johnson dijo que vio a mujeres jóvenes que
caminaban por distintos sitios y mostraban la ropa interior, lo que provocaba
miradas y comentarios soeces de los hombres.
“Escuché a
un niño pequeño decirle a su madre que se subiera los pantalones, que un hombre
la estaba mirando”, dijo Johnson. “Su hijo le decía eso, y ella no veía nada
malo en ello”.
Johnson dijo
que la imagen y la reputación de la ciudad es algo importante, y esperaba
ampliar el programa con el apoyo de la comunidad. Johnson quiere que mujeres
policías y asistentes comunitarios hablen primero con las mujeres, y entonces
propondrá enmiendas potenciales a la ordenanza en diciembre.
“No quiero
que la gente sea simplemente multada, sino que se conozca el programa y tener
discusiones en el ayuntamiento”, expresó Johnson.
Los
violadores se enfrentan a una multa de $500, que es el doble de la cantidad
original, o 25 horas de servicio comunitario. La sentencia la determina el
Departamento de Códigos de Opa-locka y el magistrado Christopher Benjamín.
“Nunca he
querido tratar de meter en la cárcel a ningún muchacho”, dijo Holmes. “Aunque
creo que algunos deben ir presos por usar los pantalones de ese modo”.
“Todo esto
comenzó en Opa-locka y se ha extendido al mundo entero”, dijo Holmes,
refiriéndose a prohibiciones similares en otras ciudades. “Pueden intentar
detener la ley si quieren hacerlo, pero no me parece que puedan lograrlo”.
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