Llega la gripe
Ramón Colombo
Llega
silenciosa y se oculta en los cortinajes del cuerpo que disimulan su presencia,
interrumpe tu rutina, invade todos los espacios de la vida, atormenta tus
pensamientos, golpea implacablemente músculos y huesos, disminuye tu
respiración, bloquea olores y sabores, lija tu garganta y te prohíbe la voz, te
niega todo humano apetito y hace que sólo pienses en la inmortalidad de los
virus. Te arroja a la cama como una porquería, seas burgués o proletario,
hombre o mujer, o columnista diario que, bajo su imperio, no puede (y, en
efecto, no pudo) encontrar un buen tema para hoy.
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