El gobierno de Nicolás Maduro convirtió a al desaparecido mandatario en el “interlocutor de Dios”
El
gobierno de Nicolás Maduro convirtió a al desaparecido mandatario en el
“interlocutor de Dios”
Univisión Noticias
El presidente Hugo Chávez murió hace seis meses y su recuerdo sigue vivo en
Venezuela. Millones lo tienen presente cada día en altares caseros decorados su
imagen en yeso, ante quien le piden como si se tratara de un santo.
La muerte de Chávez fue un misterio. Desde su último viaje a Cuba para ser operado por cuarta vez del cáncer que lo aquejaba, el gobierno convirtió su agonía en un asunto de estado y guardó silencio.
Se dijo de Chávez que caminaban que hablaba con sus ministros de estado, que dictaba órdenes, que escribía en las redes sociales y que estaba pendiente de todo lo que ocurría en Venezuela. Pero el 5 de marzo el presidente encargado, Nicolás Maduro, anunció que había muerto. Y después de muerto denunció que el cáncer que le quitó la vida se lo habían puesto.
El ex presidente protagoniza oraciones y el "Chávez nuestro" no solo es el inicio de varios rezos, sino también el nombre de un concurso convocado por el Ministerio de Cultura de Venezuela para premiar el mejor poema, canción y mural dedicado al llamado por el Gobierno "comandante supremo y eterno", reportó la agencia Efe.
"Chávez nuestro que estás en los cielos" es, además, una serie de cortos animados del canal estatal VTV en la que se presenta al líder bolivariano desde un lecho de nubes hablando con Simón Bolívar, el guerrillero Ernesto Ché Guevara y otros ídolos de la izquierda venezolana.
Figuras decorativas
El gobierno de Maduro no solo se favorece de la creencia del pueblo en la transformación mística de Chávez, que lo deja gobernar con un mínimo de oposición de las clases medias y bajas. También deja que prolifere sin atajos la venta de artículos religiosos en Caracas que ofrecen la imagen de Chávez, en yeso y a cuerpo completo, para ser colocada en altares de pueblo.
El culto prolifera, se riega. Y mientras más devotos consigue el presidente más adeptos caza el gobierno de Maduro, agobiado en estos días por problemas de desabastecimiento y apagone.
Las figuras decorativas van de $13 a $150 dependiendo del tamaño y la calidad del trabajo, toda en blanco o pintada con los colores militares del comandante supremo de la revolución bolivariana.
Junto a Chávez también se comercializan las imágenes de los representantes de cortes religiosas venezolanas como María Lionza y los héroes de la independencia Simón Bolívar y Pedro Camejo, a los que también se les reza en el país caribeño.
El culto y la devoción crecen a la par de costumbres religiosas que se desvanecen para dar paso a una fe distinta. El propio Maduro insiste en sus discursos en que Hugo Chávez fue una suerte de nuevo Jesús.
La elección del Papa
El 13 de marzo, ocho días después de la muerte de Chávez, Maduro aseguró que el ex mandatario había intercedido ante Cristo para que los cardenales eligieran Papa al cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio.
"Nosotros sabemos que nuestro comandante ascendió hacia esas alturas y está frente a frente a Cristo, alguna cosa influyó para que se convoque a un papa suramericano, alguna mano nueva llegó y Cristo le dijo 'bueno llegó la hora de América del Sur', así nos parece", comentó Maduro, pero no dio detalles respecto a cómo lo sabían.
El diario El universal de Caracas escribió que “la huella que ha dejado Chávez, para desgracia del país, es profunda, aunque sólo en un sentido”. Y agregó que “a seis meses de su muerte sus sucesores se han dejado llevar por el efecto de la inercia y han tratado de actuar como si aún estuviera vivo, como si no hubieran perdido parte sustancial de su apoyo popular y él continuara ejerciendo su mandato desde el más allá”.
“Era, posiblemente, lo único que podían hacer y por eso consignas como "Chávez vive, la lucha sigue", no sólo eran previsibles sino necesarias a la hora de la temida pregunta: "¿y ahora qué hacemos".
Pero no es cierto, porque si bien "la lucha sigue" y Chávez "vive" en el caos, la incertidumbre y la decadencia que han dejado sus catorce años en el poder, lo cierto es que realmente ya no está entre nosotros. Ha cesado, así, una omnipresencia que no sólo demandaba su ego desmedido sino un sistema hecho a su imagen y semejanza, a la medida de sus caprichos y de acuerdo con sus arrebatos, bien fueran de cólera, bien de euforia contagiante, puntualizó.
La muerte de Chávez fue un misterio. Desde su último viaje a Cuba para ser operado por cuarta vez del cáncer que lo aquejaba, el gobierno convirtió su agonía en un asunto de estado y guardó silencio.
Se dijo de Chávez que caminaban que hablaba con sus ministros de estado, que dictaba órdenes, que escribía en las redes sociales y que estaba pendiente de todo lo que ocurría en Venezuela. Pero el 5 de marzo el presidente encargado, Nicolás Maduro, anunció que había muerto. Y después de muerto denunció que el cáncer que le quitó la vida se lo habían puesto.
El ex presidente protagoniza oraciones y el "Chávez nuestro" no solo es el inicio de varios rezos, sino también el nombre de un concurso convocado por el Ministerio de Cultura de Venezuela para premiar el mejor poema, canción y mural dedicado al llamado por el Gobierno "comandante supremo y eterno", reportó la agencia Efe.
"Chávez nuestro que estás en los cielos" es, además, una serie de cortos animados del canal estatal VTV en la que se presenta al líder bolivariano desde un lecho de nubes hablando con Simón Bolívar, el guerrillero Ernesto Ché Guevara y otros ídolos de la izquierda venezolana.
Figuras decorativas
El gobierno de Maduro no solo se favorece de la creencia del pueblo en la transformación mística de Chávez, que lo deja gobernar con un mínimo de oposición de las clases medias y bajas. También deja que prolifere sin atajos la venta de artículos religiosos en Caracas que ofrecen la imagen de Chávez, en yeso y a cuerpo completo, para ser colocada en altares de pueblo.
El culto prolifera, se riega. Y mientras más devotos consigue el presidente más adeptos caza el gobierno de Maduro, agobiado en estos días por problemas de desabastecimiento y apagone.
Las figuras decorativas van de $13 a $150 dependiendo del tamaño y la calidad del trabajo, toda en blanco o pintada con los colores militares del comandante supremo de la revolución bolivariana.
Junto a Chávez también se comercializan las imágenes de los representantes de cortes religiosas venezolanas como María Lionza y los héroes de la independencia Simón Bolívar y Pedro Camejo, a los que también se les reza en el país caribeño.
El culto y la devoción crecen a la par de costumbres religiosas que se desvanecen para dar paso a una fe distinta. El propio Maduro insiste en sus discursos en que Hugo Chávez fue una suerte de nuevo Jesús.
La elección del Papa
El 13 de marzo, ocho días después de la muerte de Chávez, Maduro aseguró que el ex mandatario había intercedido ante Cristo para que los cardenales eligieran Papa al cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio.
"Nosotros sabemos que nuestro comandante ascendió hacia esas alturas y está frente a frente a Cristo, alguna cosa influyó para que se convoque a un papa suramericano, alguna mano nueva llegó y Cristo le dijo 'bueno llegó la hora de América del Sur', así nos parece", comentó Maduro, pero no dio detalles respecto a cómo lo sabían.
El diario El universal de Caracas escribió que “la huella que ha dejado Chávez, para desgracia del país, es profunda, aunque sólo en un sentido”. Y agregó que “a seis meses de su muerte sus sucesores se han dejado llevar por el efecto de la inercia y han tratado de actuar como si aún estuviera vivo, como si no hubieran perdido parte sustancial de su apoyo popular y él continuara ejerciendo su mandato desde el más allá”.
“Era, posiblemente, lo único que podían hacer y por eso consignas como "Chávez vive, la lucha sigue", no sólo eran previsibles sino necesarias a la hora de la temida pregunta: "¿y ahora qué hacemos".
Pero no es cierto, porque si bien "la lucha sigue" y Chávez "vive" en el caos, la incertidumbre y la decadencia que han dejado sus catorce años en el poder, lo cierto es que realmente ya no está entre nosotros. Ha cesado, así, una omnipresencia que no sólo demandaba su ego desmedido sino un sistema hecho a su imagen y semejanza, a la medida de sus caprichos y de acuerdo con sus arrebatos, bien fueran de cólera, bien de euforia contagiante, puntualizó.
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