Voces Agoreras y pájaro de mal aguero
Voces Agoreras
y pájaro de mal agüero
Por Kilby Reyes
Miami: Tiempo hace que escucho a los politiqueros del patio
decir que el ex presidente Leonel Fernández es esto o lo otro. Para ellos es
más lo que dejó de hacer que lo que hizo, pero lo poco que este realizó fue
todo muy malo para estos agoreros.
Una cosa muy buena que ninguno de
estos teóricos desfasados no dicen, es que el doctor Fernández, surgido desde
las entrañas de los sectores más populares, como son el ensanche La Fe y Villa
Juana, es el único que pudo romper con una hegemonía rancia que se daba en el
quehacer político nacional, que propiciaban la organización de farsas
electorales, mediante las que se imponían los candidatos presidenciales de los
partidos de su preferencia.
Un punto que los enemigos políticos
del doctor Fernández nunca le reconocen es que habiendo una profunda crisis en
la economía mundial, mantuvo la estabilidad monetaria pues nunca le sobre paso
del 35 X 1 a pesar de haberla recibido al 60 X 1 de parte del gobierno del
Partido Revolucionario Dominicano que presidio el ingeniero Hipólito Mejía.
¿Cómo se rompe con estos preceptos?
Con la aparición del joven político que emerge con un grupo de poder más
liberal, hombres con más sentimiento social que los tradicionales controladores
del poder real y político, marcando así un hito histórico en torno a la lucha
política.
Libera y desarrolla el sector
judicial y da los pasos reales para una relación entre el cuerpo del orden, los
militares y la sociedad civil, buscando la pasividad y el orden social. Nunca
jamás he oído a ningún teórico de estos plantear o hablar sobre estos tópicos,
mas sin embargo, debemos reconocer que son hechos para destacar en
una gestión pos Joaquín Balaguer.
Sí los escuchamos pronunciar palabras
soeces, mediáticas, actos que resultan bochornosos para el país, pero sobre
todo para los dominicanos que residimos fuera de la patria.
Creo personalmente en la diversidad
de criterios democráticos, pero con altura. Recuerdo que transitando por la
Quinta avenida y la calle 35 del Noroeste de Miami, en el vecindario de
Winwood, mientras deambulaba por esas calles de Dios, de repente sentí el
despiadado ataque de un ave, quien enfurecida enfrentó a picotazos mi amplia
frente alopésica. Sin pensar en el porqué de la acción emprendida por este
amigo volador, me defendí para cuidar mis ojos y mi rostro, lo cual
dicen hay que mantener en alto, cosa que para mi resulta casi imposible por mi
estatura. Al fin y al cabo, el hecho es que me defendí, sin tener que repeler
el ataque.
Inmediatamente aterrizó en mi
mente uno de los pasajes de Napoleón Bonaparte que reza: “Mientras Napoleón se
esforzaba por alcanzar un libro colocado en un estante de su biblioteca, no
podía lograrlo debido a la altura, uno de los generales de su escolta le dice:
Excelencia, permítame a mi alcanzarlo, pues yo soy más grande que usted, a lo
que Napoleón ripostó sin titubeos… ¡Se equivoca general, usted es más alto que
yo, pero no más grande!
Buscaba yo la razón del ataque y
concluí que esta ave estaba defendiendo el nido donde se encontraban sus crías,
al igual que hace una gallina culeca con sus pollitos o una cerda parida con
sus cerditos. ¡Ojo! Cuidadito con eso, pues usted no sabrá leer, pero sí sabe
dónde dice peligro.
Es por ello que exhortamos a estos
críticos a investigar antes de hacer sus descabellados planteamientos, es
decir, pensar antes de abrir la boca.
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